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Maíz en la Pampa semiárida: cómo un campo transformó la imposibilidad en un modelo rentable y sustentable

En la Pampa semiárida, donde sembrar maíz parecía inviable, hoy se logran rindes de hasta 8.500 kg/ha. El Establecimiento La Luna muestra cómo la innovación y el manejo integral transforman un ambiente adverso en un modelo rentable y sustentable.

Lo que hace 12 años parecía impensado hoy es una realidad consolidada. En el corazón de la Pampa semiárida, una región históricamente considerada marginal para la agricultura, el Establecimiento La Luna logró incorporar al maíz en la rotación y obtener rindes sostenidos que promedian entre 4.400 y 4.500 kg/ha, alcanzando picos de 8.500 kg/ha en campañas favorables.

El proceso no fue casualidad: detrás hubo tecnología, innovación y manejo de precisión. Con el acompañamiento de asesores privados y el equipo técnico de Bayer, La Luna pasó de un esquema ganadero y de monocultivo de trigo a un sistema diversificado y competitivo.

El plan incluyó selección de híbridos adaptados, control de malezas con herbicidas pre-emergentes, incorporación de cultivos de cobertura, y el uso de herramientas digitales como Experto Bayer y FieldView. Esta estrategia permitió cerrar brechas de rendimiento históricas, estabilizar resultados incluso en años con estrés hídrico y dar sustentabilidad al sistema.

Federico Granillo Posse,

Federico Granillo Posse,

Más allá de los números, el maíz se convirtió en una herramienta estratégica: mejoró la infiltración de agua, aportó carbono al suelo, redujo costos gracias a la fijación biológica de nitrógeno con vicia y fortaleció la sustentabilidad de la rotación.

"Hace 12 años nos decían que era imposible hacer maíz en esta zona. Hoy no solo lo hacemos, sino que hemos contagiado a otros productores a sumarlo a su rotación", afirmó Federico Granillo Posse, Consultor Técnico Eximia Sur Bayer Crop Science, durante la presentación del caso en el Congreso Internacional de Maíz (CIM) 2025.

Maíz en la Pampa semiárida: cómo un campo transformó la imposibilidad en un modelo rentable y sustentable

En la misma línea, Paul Ventimiglia, encargado general de La Luna, destacó: "Queremos llegar a una rotación 50% maíz - 50% trigo porque aporta estabilidad, diversidad y futuro".

El productor Martín Donnelly, propietario del establecimiento, fue más allá: "Seguimos apostando por nuestra región y a partir de esta campaña estamos triplicando el área productiva de maíz, expandiéndonos aún más hacia el Oeste".

El ejemplo de La Luna demuestra que, con genética de punta, manejo integral y decisión empresarial, el maíz puede ser un cultivo no solo rentable, sino también una pieza clave para diversificar rotaciones y fortalecer la sustentabilidad del agro argentino.

Agrolatam.com
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