Paraguay cuestiona freno argentino al transbordo de combustibles en el Paraná Guazú
Armadores fluviales advierten un fuerte impacto económico si se suspende la operación que abastece el 100% del gasoil importado; reclaman diálogo institucional y respeto al tratado de la Hidrovía
Una decisión administrativa interna de la Aduana argentina encendió las alarmas en el sector naviero paraguayo. Según una nota cursada a la Prefectura Naval, a partir del 26 de julio se suspendería la habilitación aduanera para realizar transbordos de gasoil en el kilómetro 171 del Paraná Guazú, una práctica que Paraguay realiza hace más de 40 años para abastecerse de combustible.
"Estamos muy sorprendidos. Esta operativa existe desde 1981, con participación activa de la Prefectura y Aduana argentina, sin antecedentes de accidentes ni derrames. De confirmarse, sería un cambio drástico y unilateral", sostuvo Bern Gunther, presidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (CAFyM), al expresar la inquietud del sector.
La medida afectaría directamente la logística de importación de combustibles al Paraguay, ya que por ese canal natural transita prácticamente el 100% del gasoil que ingresa al país. La operación consiste en que buques marítimos fondean en esa zona profunda del río y descargan directamente a barcazas paraguayas, con fiscalización de autoridades argentinas. Es un procedimiento ágil, de tres días promedio, que ahora podría extenderse entre 8 y 12 días si deben utilizarse otras rutas más costosas y restringidas, como el Paraná de las Palmas.
Gunther explicó que, además del sobrecosto logístico y los tiempos adicionales, esto implicaría pagar demoras a los buques internacionales (unos 30.000 a 40.000 dólares diarios), más tasas portuarias y operativas que encarecerían hasta un 70% el traslado del gasoil. "Eso terminaría impactando en el precio final del combustible que paga la población", alertó.
La decisión argentina, según el comunicado, se funda en la supuesta inexistencia de una habilitación portuaria en el lugar. Sin embargo, Gunther aclara que "no se trata de un puerto, sino de un punto de fondeo operativo sin infraestructura, aprobado desde 1981 por la Prefectura Naval".
Desde la CAFyM se mostraron preocupados no solo por las consecuencias económicas sino por la forma en que se toman decisiones que afectan a todos los países firmantes del Tratado de la Hidrovía Paraguay-Paraná (Argentina, Paraguay, Brasil, Uruguay y Bolivia). "Medidas como esta van en contra del espíritu de integración. No se pueden tomar decisiones unilaterales sin activar los canales institucionales previstos, como la Comisión del Acuerdo o el Comité Intergubernamental", sostuvo el dirigente.
El sector armatorial paraguayo ya elevó sus reclamos a los ministerios de Industria y Relaciones Exteriores, que a su vez trasladaron el tema al presidente Santiago Peña. Según confirmó Gunther, el propio jefe de Estado conversó sobre el asunto con el presidente Javier Milei durante la reciente cumbre del Mercosur. También hubo gestiones ante el ministro de Economía argentino, Luis Caputo.
"Tenemos la esperanza de que esto sea un malentendido, que se revierta esta decisión y se restituya el marco de cooperación. Lo que necesitamos es previsibilidad y cumplimiento del tratado. No podemos competir entre nosotros: como región debemos ser más eficientes y competitivos frente al mundo", remarcó Gunther.
Por ahora, la operativa en el Paraná Guazú continúa con normalidad. Pero el reloj corre y los armadores esperan una respuesta oficial antes de que se cumpla el plazo. De lo contrario, temen una disrupción sin precedentes en el abastecimiento energético del Paraguay.