El higo y sus poderes curativos: una fruta que nutre y protege la salud
El higo es un aliado natural con propiedades digestivas, antioxidantes y antiinflamatorias. Desde la medicina tradicional se lo utiliza para mejorar la digestión, cuidar el corazón y fortalecer el sistema inmunológico.
El higo (Ficus carica) es mucho más que una fruta deliciosa. Desde tiempos antiguos, se ha valorado no solo por su sabor, sino también por sus múltiples beneficios curativos, presentes tanto en el fruto como en las hojas, semillas e incluso en la savia de la planta.
Gracias a su alto contenido de fibra, el higo actúa como un laxante natural que favorece el tránsito intestinal y previene el estreñimiento. Además, aporta ficina, una enzima que facilita la digestión, convirtiéndolo en un gran aliado para quienes sufren molestias estomacales o digestiones lentas.
En la medicina popular, también se ha utilizado por su poder antiinflamatorio. El fruto y el látex de la planta se emplean para tratar inflamaciones cutáneas, verrugas o dolores articulares, ya sea en cataplasmas o preparados naturales.
Otro de sus aportes destacados es su riqueza en antioxidantes como flavonoides, polifenoles y antocianinas, compuestos que ayudan a frenar el envejecimiento celular y reducen el riesgo de enfermedades crónicas, entre ellas problemas cardiovasculares y neurodegenerativos.
En la salud del corazón, el higo contribuye a disminuir el colesterol LDL y a mantener limpias las arterias, mientras que sus hojas poseen un efecto hipoglucemiante, utilizado como apoyo natural en casos de diabetes tipo 2.
Asimismo, esta fruta aporta minerales esenciales -calcio, potasio, magnesio, fósforo e hierro- que fortalecen los huesos, ayudan a prevenir la osteoporosis y pueden colaborar en el tratamiento de la anemia. Su contenido de vitamina C, zinc y antioxidantes también potencia las defensas del organismo, aumentando la resistencia frente a infecciones.
Pero no todo es físico: el higo contiene triptófano, un aminoácido que estimula la producción de serotonina y melatonina, contribuyendo a mejorar el ánimo, reducir la ansiedad y favorecer un sueño reparador.
Puede disfrutarse fresco o seco, en infusiones de hojas, en cataplasmas de pulpa o incluso con aplicaciones tópicas de su látex -aunque con precaución, ya que puede resultar irritante en pieles sensibles-.
En definitiva, el higo es una joya natural: un alimento versátil, nutritivo y con un amplio potencial terapéutico que combina placer y salud en cada bocado.