Retenciones y enojo rural: el límite de la paciencia en el campo argentino
Luis Caputo pidió "paciencia" al sector agropecuario frente a la promesa de eliminar las retenciones. Pero los productores advierten que con márgenes negativos, la paciencia no paga las cuentas. ¿Cuánto más está dispuesto a esperar el campo?
Luis Caputo, ministro de Economía, sorprendió con un mensaje en la red social X donde calificó como una "obsesión" del Gobierno la eliminación de las retenciones, al tiempo que pidió "confianza y paciencia" al campo. Sus palabras llegaron en plena Exposición Rural de Palermo, donde el malestar entre los productores crece.
El funcionario sostuvo que "el agro va a crecer mucho también y esta vez lo hará por muchos años". Además, destacó una serie de medidas como la baja de aranceles para maquinaria, la eliminación del impuesto PAIS para ciertos insumos y la reducción de retenciones a economías regionales. Sin embargo, el campo no respondió con entusiasmo.
Comparaciones inoportunas y cifras que encienden alarmas
Caputo fue más allá al comparar al agro con sectores como la energía y la minería, proyectando que estos duplicarán al campo en exportaciones dentro de seis años. Esa afirmación cayó mal en los pasillos rurales. El mensaje implícito: el agro ya no es la prioridad.
Los productores respondieron con datos duros. Un informe de la Fundación Producir Conservando estima que el sector agropecuario podría exportar hasta US$60.000 millones hacia 2030, siempre y cuando se eliminen las retenciones. En 2024, el complejo agroexportador ya generó un 27% más de divisas que en 2023, alcanzando US$25.090 millones, a pesar de que los precios internacionales no acompañaron.
Presión impositiva y márgenes que no cierran
El gran punto de conflicto sigue siendo la presión fiscal. A pesar de reducciones parciales y temporales, el regreso de las alícuotas plenas para productos clave como la soja (33%), el maíz y el sorgo (12%) ha encendido la protesta.
Los márgenes proyectados para el ciclo agrícola 2025/2026, especialmente en campos alquilados, son negativos. Según el productor Néstor Roulet, en la zona núcleo, el margen bruto para soja en campo alquilado es de -US$90,6 por hectárea. Mientras tanto, el Estado recauda en promedio US$467,4 por hectárea. La suma de las pérdidas para quienes alquilan alcanza los US$1.141 millones, mientras que el fisco se asegura ingresos por más de US$10.800 millones sin asumir riesgos productivos.
La paciencia tiene un límite
La frase se repite con fuerza entre dirigentes rurales y productores: "La paciencia tiene un límite". La promesa presidencial de eliminar retenciones sigue sin materializarse. Y aunque Caputo asegura que se cumplirá dentro del mandato de Javier Milei, los números actuales generan impaciencia, malestar y, sobre todo, desconfianza.
La semana pasada, el presidente recibió a la Mesa de Enlace en Palermo. Allí, según los dirigentes, se comprometió a avanzar en la eliminación del impuesto. Pero el sector exige señales concretas y urgentes. El campo ya no espera promesas: necesita rentabilidad.