Retenciones cero: el Gobierno busca U$S 7.000 millones y el agro celebra la mejora de precios
El Gobierno eliminó las retenciones a granos hasta el 31 de octubre o hasta reunir U$S 7.000 millones. El campo celebra la mejora de precios, pero la medida es transitoria.
El Gobierno nacional oficializó la quita total de retenciones para granos y subproductos hasta el 31 de octubre o hasta alcanzar registraciones de exportación por U$S 7.000 millones, lo que ocurra primero. La decisión se publicó en el Boletín Oficial, confirmando la medida que busca reforzar la oferta de divisas y contener la escalada del dólar, que la semana pasada superó los $1.500.
El artículo 1° del decreto establece: "Fíjase en 0% la alícuota del Derecho de Exportación (...) hasta el 31 de octubre de 2025, inclusive, o hasta la finalización del día en que se alcance la suma de registraciones de DJVE por un importe equivalente a U$S 7.000 millones".
Además, se exige que los exportadores liquiden al menos el 90% de las divisas en un máximo de tres días hábiles posteriores a la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE). De no cumplir, deberán volver a pagar la alícuota original y quedarán inhabilitados para el beneficio.
Aunque ni el presidente Javier Milei ni el ministro de Economía, Luis Caputo, mencionaron la cifra, el decreto fija de manera explícita la meta: captar U$S 7.000 millones en divisas del agro.
Esa es la suma que el Ejecutivo considera necesaria para dar aire a las reservas del Banco Central y, al mismo tiempo, ponerle un techo a la corrida cambiaria en la previa electoral.
El texto oficial sostiene que la medida apunta a "dotar de mayor competitividad a uno de los sectores productivos más dinámicos del país, alineando las políticas con los principios de la libertad y una mayor apertura del comercio". También subraya que los derechos de exportación son un impuesto distorsivo que debería ser eliminado progresivamente "en la medida en que lo permita el ordenamiento fiscal".
La reacción del mercado de granos fue inmediata. Según estimaciones privadas, la soja podría alcanzar los U$S 400 por tonelada, el trigo los U$S 220 y el maíz los U$S 202.
Con el dólar comprador del Banco Nación en $1.466, el nuevo escenario dejaría la soja en torno a los $580.000 por tonelada, frente a los $440.000 actuales. El trigo podría ubicarse en $322.520 (contra $281.300) y el maíz en $296.000 (frente a $264.000).
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) señaló que el poder de compra de la soja alcanzó su nivel más alto en más de un año, con una mejora del 27% desde la baja de retenciones. "La fuerte demanda externa por productos del complejo soja argentino está traccionando el mercado interno", advirtió la entidad, destacando que la soja volvió a ser el grano de mayor volumen de comercialización diaria.
Del lado de los productores, la medida fue recibida con expectativa. "Apoyamos toda decisión que implique eliminar retenciones, aunque sea de forma temporal", expresó Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC. No obstante, advirtió que habrá que ver cómo se implementa la operatoria y en qué plazos concretos impactará en la liquidación.
El alivio tributario llega en un momento en que los productores, pese a la mejora de precios internacionales, demoraban las ventas esperando condiciones más favorables. Según la BCR, entre septiembre y diciembre el agro liquidaría unos U$S 9.949 millones, por debajo de los U$S 10.303 millones del mismo período de 2024.
Esto refleja la cautela del sector ante la volatilidad cambiaria y la posibilidad de que un nuevo salto del dólar mejore aún más los márgenes.
Si bien el regreso de las retenciones cero es una señal política fuerte hacia el agro, no deja de ser una medida transitoria y condicionada. El beneficio finalizará el 31 de octubre o en el momento en que se logre la meta de U$S 7.000 millones en registraciones de exportación.
En ese sentido, la política oficial parece más un instrumento coyuntural para calmar al mercado cambiario que un cambio estructural en la relación entre el Estado y el sector agroexportador.
El campo argentino vuelve a ser protagonista en un tablero económico en tensión. Para el Gobierno, el agro es la llave para estabilizar el dólar y ganar tiempo político. Para los productores, es una oportunidad de mejorar los precios, aunque limitada en el tiempo y bajo un esquema que mantiene la incertidumbre sobre qué pasará después de octubre.
La pregunta que queda abierta es clara: ¿logrará el Gobierno acelerar la liquidación de granos para alcanzar los U$S 7.000 millones o el campo seguirá administrando su oferta en busca de un escenario aún más favorable?