EE.UU. analiza cuadruplicar la importación de carne argentina: tensión con ganaderos y expectativa en el sector exportador
Donald Trump evalúa cuadruplicar la cuota de importación de carne argentina, que pasaría de 20.000 a 80.000 toneladas. La medida genera expectativa en el país y críticas entre los ganaderos de EE.UU.
La administración de Donald Trump evalúa cuadruplicar la cuota de importación de carne argentina, en el marco de las negociaciones comerciales entre ambos países, según revelaron Politico y Bloomberg. De concretarse, el cupo pasaría de 20.000 a 80.000 toneladas anuales, lo que implicaría un importante incremento en las exportaciones de carne vacuna hacia el mercado más grande del mundo.
Fuentes citadas por los medios estadounidenses señalaron que funcionarios de la Casa Blanca ya comunicaron la posibilidad a legisladores republicanos y representantes del sector agrícola, aunque advirtieron que la cifra no está cerrada y las conversaciones continúan. "El gobierno busca aliviar el aumento de los precios internos de la carne vacuna y garantizar el abastecimiento", publicó Bloomberg, citando a un funcionario bajo anonimato.
.@USDA is announcing the Plan for American Ranchers and Consumers - a strategy to rebuild our cattle herd and lower prices.
Protect & Improve the Business of Ranching:
%uD83C%uDF3E +5 million acres for grazing access alongside @SecretaryBurgum
%uD83C%uDF29 Enhanced disaster recovery tools
%u2705...— Secretary Brooke Rollins (@SecRollins) October 22, 2025
El cupro actual de exportación desde la Argentina hacia Estados Unidos es de 20.000 toneladas, con un arancel del 10%, mientras que los embarques que superan ese volumen tributan un 36,4%. En 2024, entre ventas por dentro y fuera del cupo, el país exportó 33.697 toneladas peso producto, por un total de US$ 188,4 millones.
El posible beneficio para la Argentina llegaría en un contexto de alta sensibilidad política y económica en los Estados Unidos. El presidente Trump intenta contener los precios internos de los alimentos en un año electoral y, al mismo tiempo, mantener el respaldo del poderoso lobby ganadero, que cuestiona el ingreso de carne extranjera.
Brooke Rollins, al frente del USDA, busca equilibrar el apoyo al campo estadounidense
De hecho, el propio mandatario se refirió al tema en su red social Truth Social, asegurando que los productores "no entienden que la única razón por la que les va tan bien es porque impuse aranceles al ganado que entra a Estados Unidos, incluyendo un 50% para Brasil". Sin embargo, advirtió que los productores "deben bajar sus precios, porque el consumidor es un factor muy importante".
El anuncio se dio en simultáneo con la publicación de un nuevo plan del Departamento de Agricultura (USDA), dirigido por Brooke Rollins, para fortalecer la producción ganadera local. El paquete incluye medidas para abaratar los costos de los pequeños frigoríficos, facilitar el uso de tierras federales y aumentar los subsidios a los seguros. La propia Rollins había adelantado días atrás que "en uno o dos días podría haber novedades sobre las importaciones de carne argentina", aunque deslizó que "el país enfrenta un problema de fiebre aftosa", un comentario que generó rechazo entre productores y entidades del agro argentino.
Scott Bessent, secretario del Tesoro de EE.UU., aseguró que "el gobierno argentino está abierto y podemos negociar con ellos", en medio del debate por la cuota de carne.
Por el momento, no hubo confirmación oficial del Gobierno argentino. Desde el sector exportador local observan con cautela y expectativa los avances. Un aumento de la cuota significaría mayor previsibilidad y oportunidades de negocio en un mercado que valora la calidad de la carne argentina, aunque la cuestión sanitaria -especialmente el estatus libre de aftosa con vacunación- podría ser un tema sensible en la negociación.
Mientras tanto, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, afirmó que "el gobierno argentino está abierto y funcionando, por lo que podemos negociar con ellos", en contraste con la situación interna de Estados Unidos, afectado por el shutdown del gobierno federal.
De concretarse el acuerdo, el mercado estadounidense podría convertirse en uno de los principales destinos para la carne argentina, un cambio significativo luego de años de restricciones sanitarias y cupos limitados. Sin embargo, el rechazo del sector ganadero norteamericano anticipa que la medida podría desatar un nuevo conflicto político dentro de Estados Unidos, justo cuando Trump busca equilibrar su discurso proteccionista con la necesidad de bajar la inflación alimentaria.