Trump endurece la guerra comercial: Argentina, entre los menos castigados
El país enfrentará un arancel del 10%, mientras Europa y Asia reciben subas de hasta 40%
Donald Trump volvió a agitar el tablero global con un paquete de aranceles que alcanzará a más de 70 países. La Argentina, sin embargo, quedó entre los menos golpeados: pagará un 10% adicional, un porcentaje que, aunque impacta, resulta sensiblemente menor que el que sufrirán potencias como China, India o la Unión Europea.
La decisión de la Casa Blanca responde a lo que Trump calificó como "una amenaza extraordinaria" por los déficits comerciales y la falta de reciprocidad en acuerdos internacionales. Las nuevas tasas oscilan entre el 10% y el 41%, con sanciones adicionales a productos triangulados desde terceros países.
En Buenos Aires, el gobierno de Javier Milei tomó la noticia como un triunfo diplomático. La Argentina había iniciado conversaciones con Washington en abril, y las gestiones incluyeron viajes del propio presidente. El anuncio se conoció casi en simultáneo con la aprobación de la revisión del acuerdo con el FMI, que habilita un desembolso de 2.000 millones de dólares.
Mientras Europa se prepara para enfrentar un piso arancelario del 15% y países como India, Vietnam e Indonesia afrontan incrementos de hasta el 25%, Argentina ve una oportunidad de reposicionarse. La suba de tarifas a competidores asiáticos podría abrir espacios para exportadores locales de alimentos y minerales. Sin embargo, analistas advierten que el encarecimiento de insumos industriales y la menor liquidez global pondrán un freno a los beneficios inmediatos.
"Es tiempo de que nos respeten. El comercio justo significa aranceles justos", dijo Trump desde la Casa Blanca, marcando un nuevo capítulo en su política proteccionista. Con un Congreso dominado por los republicanos, el presidente tiene hoy más poder para aplicar este giro económico que recuerda a su primer mandato.
El mundo financiero ya reaccionó: caídas en bolsas, dólar y criptomonedas reflejan la incertidumbre de un escenario que podría redefinir las reglas del comercio global en los próximos meses.