Vicentin: se define el salvataje empresarial más esperado del año
El juez Lorenzini cerró el registro de oferentes y avanzan cinco jugadores de peso; se abre una nueva etapa clave para el futuro del grupo agroindustrial
Cinco nombres fuertes del sector agroindustrial quedaron oficialmente en carrera para quedarse con los activos de Vicentin S.A.I.C., la histórica empresa santafesina que desde hace años transita un proceso judicial por su colapso financiero. El juez civil y comercial de Reconquista, Fabián Lorenzini, cerró este lunes 14 de julio el registro de oferentes y anunció quiénes cumplieron con los requisitos para participar del proceso de "cramdown" o salvataje.
Para garantizar la seriedad de las propuestas, cada interesado debió acreditar solvencia económica mediante el depósito de 1.100 millones de pesos. Finalmente, superaron esa barrera cinco candidatos: Bunge Argentina, Grassi S.A., Unión Agrícola de Avellaneda Cooperativa Limitada, y una oferta conjunta entre Molinos Agro y Louis Dreyfus Company (LDC).
Ahora comienza la fase técnica. El contador Juan José López Forastier, designado evaluador del proceso, deberá presentar un informe detallado sobre la viabilidad de cada oferente antes del 29 de agosto. Ese dictamen será clave para que el magistrado determine los pasos siguientes, que incluyen la recolección de apoyos por parte de los acreedores.
La complejidad del proceso no se limita a lo económico. El candidato que finalmente resulte elegido deberá obtener el aval de por lo menos el 50% de los acreedores de la empresa, quienes además deben representar el 65% del total del pasivo. Esto marca un punto de inflexión en el extenso derrotero judicial que viene atravesando Vicentin desde 2019, cuando dejó un tendal de deudas que afectaron al sistema financiero, a productores y al propio Estado.
El proceso de salvataje se abrió después de que la Justicia provincial rechazara el acuerdo concursal propuesto por la empresa, al considerar que beneficiaba a los accionistas en detrimento de los acreedores. Así, los actuales dueños perdieron el control sobre el destino de la firma, y el futuro de Vicentin quedó en manos del mercado... y del consenso.