Chicharrita del maíz: fuerte retracción poblacional en todo el país, pero el riesgo sigue latente
La chicharrita del maíz muestra una fuerte retracción en todas las regiones productivas, pero técnicos advierten que el riesgo sanitario persiste por la transmisión del Corn Stunt Spiroplasma.
El Informe N° 26 de la Red Nacional de Monitoreo (26 de agosto al 11 de septiembre de 2025) presenta un panorama alentador para los productores de maíz: en la mayoría de las regiones la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis) muestra una marcada retracción poblacional. Se relevaron 365 localidades en Argentina y 8 en Uruguay, con resultados que destacan una tendencia general a la baja.
En el NOA, zona endémica para el vector, el 24% de las localidades no registró presencia y un 40% apenas mostró capturas mínimas (1 a 4 adultos/trampa). Solo en El Timbo (Tucumán) se observaron valores altos, con 150 individuos por trampa
En el NEA, la caída fue aún más marcada: el 68% de las localidades monitoreadas no detectaron al insecto, cuando en el informe anterior eran el 40%. La captura más alta se dio en Comandante Fontana (Formosa) con 426 adultos por trampa.
El Litoral mostró un 86% de localidades sin detección y solo un 11% con valores bajos, lo que confirma la retracción.
En la región Centro-Norte, el 78% de las localidades no registró capturas y el 19% se ubicó en la categoría de baja abundancia (1 a 4 adultos/trampa), sin reportes de focos altos.
En el Centro-Sur, la situación es aún más clara: el 99% de las localidades no presentó detección alguna, consolidando una tendencia de mínima presencia del vector en la antesala de las siembras tempranas.
En Uruguay, sobre 8 localidades relevadas, solo 2 mostraron capturas, ambas en niveles mínimos.
Persistencia del riesgo: Corn Stunt Spiroplasma
Más allá de la caída poblacional, el monitoreo molecular advierte que el Corn Stunt Spiroplasma (CSS) sigue presente en diferentes proporciones. En el NOA se hallaron valores de hasta 50% de infectividad en Catamarca, mientras que en el NEA se registraron picos de 68% en Chaco (pág. 6 y 8). Esto implica que incluso con bajas poblaciones, el riesgo de transmisión de enfermedades al maíz sigue vigente.
La clave: monitoreo y manejo integrado
Los especialistas insisten en que el monitoreo constante es fundamental, sobre todo en períodos de transición estacional, cuando las variaciones de temperatura modulan la longevidad del insecto. Además, remarcan la importancia de identificar correctamente los individuos: los adultos que sobreviven al invierno se distinguen por su coloración más oscura, mientras que las nuevas generaciones son más claras y brillantes.
El informe también destaca que las siembras tardías y la presencia de plantas voluntarias de maíz pueden funcionar como "puente verde", favoreciendo la persistencia del vector y del patógeno. Por ello, las recomendaciones apuntan a combinar trampas cromáticas, muestreos con red entomológica e inspecciones visuales, dentro de un esquema de Manejo Integrado de Plagas (MIP).
En síntesis, si bien la retracción poblacional de Dalbulus maidis representa un alivio coyuntural, los técnicos subrayan que la vigilancia no debe relajarse. El desafío sigue siendo sostener la prevención y el monitoreo integral para evitar que el achaparramiento del maíz vuelva a poner en jaque a la producción argentina.