Agricultura

Crisis arrocera: producir cuesta el doble y vender vale la mitad

El arroz argentino en crisis: los costos se duplicaron y los precios se hundieron. En Entre Ríos y Corrientes alertan por caída de superficie y concentración del negocio.

El arroz atraviesa uno de los momentos más críticos de las últimas décadas. Con precios internacionales estables pero con un fuerte aumento de los costos internos -energía, gasoil y alquileres-, buena parte del sector trabaja hoy a pérdida. En Entre Ríos y Corrientes, donde se concentra más del 80% del área cultivada, la superficie sembrada podría caer entre un 15% y un 20%, mientras crece el riesgo de concentración del negocio en pocas manos.

"Estamos cobrando la mitad que el año pasado", resume Jorge Paoloni, productor entrerriano y dirigente de Proarroz. Luego de dos campañas con precios récord, el valor del arroz volvió a sus niveles históricos -entre US$180 y US$220 por tonelada-, mientras los costos de producción se dispararon. Hoy, producir una hectárea cuesta entre US$1800 y US$2200, y el 35% de ese monto corresponde al gasoil. "Antes, con dos kilos de arroz comprabas un litro de gasoil; hoy necesitás cinco o seis. El costo energético se triplicó", explica.

Crisis arrocera: producir cuesta el doble y vender vale la mitad

A esto se suma el impacto de la electricidad, cuyos cargos fijos superaban los dos millones de pesos mensuales. El gobierno de Entre Ríos redujo ese cargo al 10%, una medida que alivió parcialmente los costos, pero que los productores consideran insuficiente frente al encarecimiento general.

El panorama se agrava por la estructura productiva: en Entre Ríos, el 80% del arroz se siembra en campos alquilados, con contratos en dólares o en quintales. "Casi nadie siembra en campo propio. El productor chico, el de 200 o 300 hectáreas, ya está fuera del sistema", advierte Paoloni. Según explica, el negocio tiende a concentrarse en manos de grandes empresas integradas, las que producen, industrializan y exportan.

Crisis arrocera: producir cuesta el doble y vender vale la mitad

El "Semáforo de Economías Regionales" de Coninagro ya ubicó al arroz entre las actividades en rojo, con márgenes negativos y riesgo de abandono de superficie. Los datos de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos confirman la tendencia: a nivel nacional, la superficie arrocera caería cerca de un 10% respecto de las 232.600 hectáreas del ciclo anterior, mientras que en Entre Ríos la baja rondaría el 13%, con unas 59.000 hectáreas sembradas frente a las 68.000 del año pasado.

En la campaña 2023/24, Corrientes aportó el 44,2% de la producción nacional (837.140 toneladas) y Entre Ríos el 40,7% (771.440 toneladas). Entre ambas provincias concentran más del 80% del arroz argentino. Pero la crisis no golpea solo al campo: San Salvador, epicentro de la industria arrocera entrerriana, siente el impacto en toda su economía. "San Salvador vive del arroz. Somos una ciudad de 15.000 habitantes con 16 industrias. Si desaparece el pequeño productor, desaparece la base de toda la economía local", lamenta Paoloni.

A diferencia de otros sectores, el arroz no cuenta con líneas de crédito ni programas de asistencia. "El panorama es de desfinanciamiento total", coinciden los referentes. Sin políticas activas y con una estructura de costos que se duplicó, el futuro del arroz argentino se vuelve cada vez más incierto.

Agrolatam.com
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