Cultivos de servicios y maíz tardío: la ciencia pide manejo a medida y sin recetas
En el Congreso Aapresid, investigadores remarcaron que el éxito de estas prácticas depende de decisiones oportunas y adaptadas a cada contexto productivo. El agua, el momento de terminación y la nutrición, en el centro del debate.
En la apertura de la XXXIII edición del Congreso Aapresid, con la fuerza de Expoagro como socio estratégico, la palabra la tuvieron los científicos. Y su mensaje fue claro: en el campo, no hay fórmulas mágicas. Ni para los cultivos de servicios, que ganan terreno tras la sequía, ni para el maíz tardío, que exige un manejo pensado "a medida" para cada lote.
En la Sala Syngenta, el investigador del CONICET y docente de la Facultad de Agronomía de la UBA, Gervasio Piñeiro, compartió los resultados de la Red de Cultivos de Servicio en la campaña 2024/25. Fue un año de buen caudal hídrico y la superficie de estas prácticas volvió a crecer. Las cifras respaldan su aporte: biomasa promedio de 4.000 a 5.000 kilos en gramíneas, leguminosas y crucíferas, y mejoras en rindes de más de 800 kilos en soja y hasta 4.000 en maíz cuando hubo un cultivo de servicio como antecesor.
Pero Piñeiro dejó una advertencia: "El talón de Aquiles de los cultivos de servicios es el agua". Incluso, desmitificó la idea de que el barbecho largo "ahorra" humedad: también consume. Por eso, recomendó "terminar a tiempo" el ciclo de estos cultivos, aunque eso implique resignar algo de biomasa, para asegurar un buen stock hídrico de cara a la siguiente campaña.
En paralelo, en la Sala Telecom, Santiago Álvarez Prado, investigador de la UNR y CONICET, puso el foco en el maíz tardío. Su planteo fue contundente: "Evitemos las recetas". Para él, cada decisión -desde la elección del híbrido hasta la fertilización y el control de enfermedades- debe partir de un diagnóstico previo.
Álvarez Prado coincidió en que los cultivos de servicios son aliados estratégicos: mejoran el balance de nutrientes, reducen costos de fertilización y ayudan a controlar malezas. En la zona Núcleo, dijo, todavía hay margen para subir los rendimientos con más nitrógeno, pero reconoció que el costo puede ser una barrera. "Manejar bien el cultivo antecesor puede ser la clave para lograrlo sin gastar de más", resumió.
En un congreso donde se respira innovación y datos, los especialistas dejaron un mensaje transversal: la tecnología está, pero la diferencia la hace el manejo oportuno.