El campo cordobés alza la voz: "no puede sostener la macro si lo debilitan"
Desde la Sociedad Rural Argentina en Córdoba advierten que las retenciones frenan el desarrollo del agro y exigen definiciones urgentes al Gobierno.
El malestar en el interior productivo no cesa. A días de que venza la prórroga de las retenciones reducidas, el Distrito 4 de la Sociedad Rural Argentina (SRA), con asiento en Córdoba, volvió a cargar contra el Gobierno nacional y pidió definiciones urgentes. En un contexto de precios internacionales a la baja, atraso cambiario y suba de costos, los productores advierten que el escenario es cada vez más insostenible.
"El productor viene soportando un proceso de descapitalización que ya se refleja en el rendimiento de los campos", afirmó Sebastián Laborde, referente de la SRA en Córdoba. Y fue más allá: "No se le puede pedir al campo que sostenga las variables macroeconómicas cuando se lo debilita permanentemente".
Laborde describió con preocupación la realidad de miles de productores: falta de rentabilidad, aumentos en fertilizantes y combustibles, pérdida de poder adquisitivo y una ausencia total de señales claras por parte del Gobierno.
La crítica llegó acompañada de un documento oficial del distrito, donde se lamenta que las retenciones han significado "la desaprovechada de inmejorables oportunidades que el mundo ofrecía a la Argentina". En ese mismo texto, los dirigentes sostienen que el agro hizo enormes esfuerzos para mantenerse a la vanguardia, pero el Estado no acompañó: "El resultado fue un retraso tecnológico y productivo".
El impacto de las retenciones no se mide solo en los márgenes del productor. Según Laborde, Córdoba transfirió entre 45.000 y 50.000 millones de dólares en dos décadas por ese concepto. "Y cuando miramos alrededor de nuestros pueblos, no vemos rutas, hospitales ni infraestructura. ¿Dónde está ese esfuerzo colectivo?", se preguntó.
En el tramo final de su declaración, el ruralista reclamó que el Ejecutivo avance no solo en evitar la vuelta al esquema anterior, sino también en empezar a desmontar gradualmente los Derechos de Exportación (DEX). "No alcanza con sostener las condiciones actuales hasta el 30 de junio. Hace falta una política de fondo que mire hacia adelante y construya previsibilidad".