Girasol argentino rompe récord: exportaciones y molienda en máximos históricos en 2025
En medio de un mercado global convulsionado, Argentina marcó un hito en el complejo girasolero: volúmenes de exportación y niveles de molienda sin precedentes en más de dos décadas
En un 2025 marcado por la baja generalizada de precios en la mayoría de las commodities agrícolas, el girasol argentino rompió la tendencia y se consolidó como la gran excepción. Datos de la Bolsa de Comercio de Rosario revelan que el complejo logró un equilibrio perfecto entre cosecha récord y fuerte demanda externa, aprovechando el vacío dejado por la caída productiva en Ucrania.
En lo que va del año, el aceite de girasol argentino promedió un precio 25% superior al de 2024, siempre por encima de los US$ 1.000 por tonelada, el valor más alto desde 2022. Las exportaciones de aceite alcanzaron 900 mil toneladas, el mayor volumen desde 2006, y el total del complejo -aceite, pellet y semilla- llegó a 1,75 millones de toneladas, el registro más alto en 23 años.
Impacto económico récord
El valor de las exportaciones en los primeros siete meses de 2025 se estima en USD 1.184 millones, un 35% más que en el mismo período del año pasado. Solo el aceite generó más de USD 980 millones FOB, lo que significa un incremento del 42% interanual.
La fortaleza del mercado externo impulsó la molienda interna, que alcanzó un crushing de 2,2 millones de toneladas en el primer semestre, récord absoluto desde que se llevan registros (2005). Las proyecciones para la campaña 2024/25 apuntan a 4,2 millones de toneladas procesadas, el máximo desde 1999/2000.
Claves internacionales del auge
La sequía en la región del Mar Negro, responsable del 57% de la producción mundial de girasol, redujo la oferta en un 14%. Esto abrió espacio para que Argentina ganara participación en mercados internacionales, desplazando parcialmente a Rusia y, sobre todo, a Ucrania.
Las estimaciones para la próxima cosecha en esa zona anticipan una recuperación del 13%, lo que podría moderar los precios, aunque los bajos stocks iniciales limitarían una caída brusca.
Proyecciones para 2025/26
El escenario para la próxima campaña luce alentador: buenas condiciones hídricas y una relación precio-costo favorable impulsan la intención de siembra. Se proyectan 2,4 millones de hectáreas implantadas, un 9% más que en el ciclo previo y un 31% por encima del promedio de la última década.
Si se alcanzan rindes tendenciales, Argentina podría volver a cosechar cerca de 5 millones de toneladas de girasol, un volumen que no se logra desde el siglo pasado.