Maíz temprano 2025/26: perfiles hídricos llenos, más rinde y mejores precios para Argentina
Con suelos cargados de agua y proyecciones climáticas favorables, el maíz temprano se perfila como la gran apuesta de la campaña 2025/26. Márgenes más altos que la soja, rindes más estables y chances de capturar precios diferenciales abren una oportunidad estratégica para el productor argentino.
El maíz temprano emerge como el cultivo más competitivo de la campaña 2025/26, impulsado por perfiles hídricos excepcionalmente recargados, un escenario climático neutro y una ecuación económica que lo ubica en ventaja frente a la soja.
Según la gacetilla de MAIZAR, esta campaña no es una más: "la combinación de agua en los suelos, mejores rendimientos esperados y la posibilidad de capturar precios diferenciales abre una ventana estratégica para el productor argentino".
El Servicio Meteorológico Nacional proyecta un 60% de probabilidad de un año neutro. Tras un invierno inusualmente húmedo, la mayoría de las regiones agrícolas del país presenta perfiles de suelo cargados al 100%, un fenómeno poco habitual para esta época.
Simulaciones en localidades de Córdoba, como Villa María, Río Cuarto y Oncativo, muestran que sembrar con suelos recargados puede aportar entre 1.000 y 1.200 kg/ha adicionales, además de reducir la dispersión de rendimientos. En otras palabras, más rinde y menos riesgo.
(1) Pronóstico para el fenómeno ENSO por trimestre, indicando una mayor probabilidad de fase Neutral. (2) Porcentaje de agua útil en el perfil al 3 de septiembre de 2025. (3) Pronóstico de precipitación para el trimestre septiembre-noviembre 2025. Fuente: Tomado del SMN (citando a IRI, INTA y FAUBA).
La siembra temprana no solo aprovecha la recarga actual, sino también las lluvias proyectadas para primavera. A esto se suma una menor incidencia de plagas y enfermedades respecto de los tardíos, y la posibilidad de evitar barbechos largos y costosos hasta diciembre.
Un aspecto clave es la mayor demanda inicial de fertilización. Aunque implica un desembolso extra, el balance resulta positivo: los suelos húmedos permiten capitalizar esa inversión con rendimientos más altos y estables.
Rendimiento de maíz simulado para un año neutro en Villa María, Río Cuarto y Oncativo en distintas fechas de siembra. Las barras azules corresponden a condiciones con 100% de agua útil a la siembra y las barras rojas a 25% de agua útil (sólo se muestran para la ventana de siembra temprana entre el 15/09 y el 15/10). La diferencia es clara y consistente: con el perfil lleno, los rendimientos promedian entre 8 y 12 qq/ha más según la localidad, y además muestran una menor dispersión en la caja de distribución. Esto significa que no solo hay un techo productivo más alto, sino también un piso más seguro, reduciendo el riesgo de quedar por debajo del umbral de rentabilidad. En términos simples: empezar la campaña con el perfil cargado equivale a asegurar 1.000-1.200 kg/ha adicionales y con menos sobresaltos, algo clave para planificar márgenes en un año neutro
Los números refuerzan la ventaja del cereal. En la Zona Núcleo, el margen neto del maíz alcanza los USD 264,4/ha, casi tres veces más que la soja (USD 89,3/ha). En el norte de Córdoba, la diferencia también es clara: USD 165,6/ha para maíz contra apenas USD 15,8/ha para soja. Incluso en áreas más ajustadas como el centro bonaerense, el maíz mantiene ventaja (USD 78,5/ha vs USD 72,3/ha).
Además, los futuros muestran una brecha de USD 6/tn a favor del maíz temprano (178 vs 164), con un diferencial de precios en la ventana de cosecha que puede oscilar entre el 3% y el 8%.
Si bien el maíz tardío seguirá siendo la estrategia mayoritaria, su flexibilidad y capacidad de aprovechar lluvias estivales lo sostienen como columna vertebral del sistema. Sin embargo, la coyuntura 2025/26 invita a diversificar con mayor proporción de siembras tempranas, aprovechando la oportunidad de mayor estabilidad y precios.
Más estabilidad productiva: hasta 1.200 kg/ha extra y menor riesgo de pérdidas.
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Mejores precios: posibilidad de capturar diferenciales en la cosecha temprana.
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Mayor eficiencia agronómica: menos plagas, menos barbecho, más rotación.
La campaña 2025/26 no es una más. Con perfiles hídricos recargados y un contexto que potencia al maíz, el temprano aparece como una apuesta estratégica que ningún productor argentino debería dejar pasar.