Poda mecánica en frutales: una apuesta que revoluciona la producción de frutos secos en el Valle Inferior
La escasez de mano de obra y la necesidad de mejorar la eficiencia en el manejo de frutales llevó a los productores de frutos secos del Valle Inferior a incorporar la poda mecanizada.
En un contexto donde la escasez de mano de obra y los altos costos limitan la poda manual, la mecanización aparece como una alternativa estratégica. En el Valle Inferior del Río Negro, un equipo del INTA Viedma, en conjunto con productores de frutos secos, inició la evaluación técnica de la primera podadora de discos de la región.
El objetivo es doble: optimizar la poda en nogales y avellanos y, al mismo tiempo, medir cómo esta práctica incide en la brotación, la floración y la carga frutal. El ensayo no es menor: se trata de definir si esta tecnología puede marcar un salto en competitividad para la producción local de frutos secos.
Resultados preliminares: más brotes, más luz, más frutos
Según explicó Gastón Fuente, investigador del Grupo de Fruticultura del INTA Valle Inferior, "la poda es una práctica agronómica central en la producción de frutos secos, ya que permite equilibrar el crecimiento vegetativo con la producción y mejora la entrada de luz en el interior de la copa del árbol".
Los primeros resultados tras la poda mecánica realizada en 2023 muestran datos contundentes:
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Entre 1 y 6 brotes nuevos por punto de corte.
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En nogal, los brotes alcanzaron un promedio de 123 centímetros.
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En avellano, los brotes crecieron 65 centímetros.
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En el 51 % de los brotes de avellano se registró la aparición de glomérulos (inflorescencias femeninas), principalmente en cortes de entre 2 y 3 cm.
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En nogal, para 2025, el 92 % de los brotes evaluados portaba al menos cuatro frutos, con una clara relación entre longitud del brote y carga frutal.
Estos indicadores reflejan que la poda mecanizada no solo ahorra tiempo, sino que también estimula la producción y mejora la eficiencia del manejo agronómico.
Recomendaciones técnicas: transición progresiva y monitoreo constante
Si bien los resultados entusiasman, los especialistas advierten que la incorporación de esta tecnología requiere un manejo integral y técnico. Fuente recomendó una transición gradual: "Es recomendable combinar podas manuales y mecánicas durante los primeros años, sobre todo en plantaciones sin antecedentes de poda, donde los cortes más severos pueden generar rebrotes excesivos".
Entre las principales recomendaciones se destacan:
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Mantener un ancho de calle libre de ramas de al menos un metro para mejorar la luz y la ventilación.
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Realizar cortes inicialmente perpendiculares al suelo, ajustando el ángulo según la respuesta del cultivo.
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Implementar un monitoreo anual de brotación y fructificación para ajustar frecuencia e intensidad.
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Capacitar al personal en uso de maquinaria y toma de decisiones agronómicas.
Impacto productivo y futuro de la mecanización
El ensayo en el Valle Inferior confirma que la poda mecánica aplicada con criterio técnico puede ser una herramienta eficaz para mejorar la productividad de los frutos secos. La relación entre el diámetro del corte y el vigor del brote se consolida como un parámetro clave tanto en nogales como en avellanos.
Para el avellano, ciertos rangos de corte favorecen la formación de flores y frutos, mientras que en nogal, los brotes más largos tienden a presentar mayor carga frutal. Si bien la poda manual sigue siendo necesaria en etapas complementarias, la mecanización permite ganar eficiencia y reducir la presión por falta de mano de obra, un problema cada vez más crítico en la actividad.
En perspectiva, esta experiencia abre la puerta a un modelo de producción más competitivo y tecnificado, en línea con la tendencia global hacia la mecanización y la agricultura de precisión.