Agricultura

Maíz 2025/26: Aumenta la siembra un 17%, pero enfrenta el mismo límite que la soja

La zona núcleo proyecta 1,9 millones de hectáreas para el cereal, aunque el estancamiento en los rindes y la degradación del suelo preocupan a técnicos y productores.

La campaña gruesa 2025/26 arranca con señales mixtas para los cultivos de verano. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el maíz muestra un crecimiento del 17 % en intención de siembra en la zona núcleo, lo que proyecta un avance hasta 1,9 millones de hectáreas. Sin embargo, el entusiasmo se modera ante una problemática común con la soja: rindes estancados y deterioro progresivo de los suelos.

La BCR advirtió que, si bien el maíz continúa siendo más atractivo que la soja por su potencial de valor agregado y respuesta a tecnologías, ambos cultivos presentan comportamientos productivos planos en los últimos años. El informe técnico señala que no hay un patrón de mejora sostenida, con coeficientes de determinación muy bajos tanto en maíz como en soja. En números concretos, el rinde de maíz osciló entre 60 y 110 qq/ha, y el de soja entre 25 y 42 qq/ha, con mínimos históricos durante la sequía 2022/23.

Maíz 2025/26: Aumenta la siembra un 17%, pero enfrenta el mismo límite que la soja

Los técnicos que colaboran con la entidad rosarina atribuyen esta situación a problemas de fertilidad química y física, derivados de manejos defensivos y márgenes ajustados. La falta de fósforo es el factor más recurrente, sumado a una fertilización deficiente, el uso creciente de insumos genéricos de baja calidad y la disminución del uso de inoculantes. También se menciona el manejo repetitivo de soja sobre soja en campos arrendados, lo que acelera la degradación tecnológica del sistema productivo.

En este escenario, la elección entre soja y maíz ya no responde únicamente a consideraciones climáticas o de precio. La rentabilidad esperada, los costos de reposición de nutrientes y el estado general del suelo están definiendo el rumbo de la campaña. El informe señala que, aunque la soja mantiene una mayor estabilidad interanual, el maíz conserva un potencial superior de respuesta a mejoras agronómicas, lo que explica el crecimiento de área.

Ambos cultivos comparten ahora un desafío estructural: recuperar la eficiencia productiva sin comprometer la sustentabilidad. Las soluciones pasarán por una reingeniería agronómica, basada en una mejor nutrición de cultivos, rotaciones estratégicas y mayor inversión en tecnificación y buenas prácticas agrícolas (BPA).

Agrolatam.com
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