Agricultura

Soja: claves para maximizar rendimientos en ambientes semiáridos

Ensayos del INTA San Luis mostraron que la fecha de siembra, el grupo de madurez y el manejo del suelo son claves para mejorar los rendimientos de soja en zonas semiáridas.

En la última campaña, los ensayos de la Red de Cultivares de Soja (RECSO) realizados en la provincia de San Luis confirmaron que, incluso en ambientes semiáridos, la tecnología de manejo y la anticipación agronómica son factores decisivos para alcanzar resultados por encima del promedio histórico.

Belén Bravo, especialista del INTA San Luis, subrayó que "antes de elegir la variedad es fundamental conocer el lote, su capacidad de almacenamiento de agua, el período libre de heladas y el rendimiento objetivo". A partir de esa información -explicó- se pueden definir la fecha de siembra y el grupo de madurez más adecuado para cada ambiente.

Soja: claves para maximizar rendimientos en ambientes semiáridos

La investigadora advirtió además que la soja es muy sensible al momento de implantación: "Por cada día de retraso en la siembra de mediados de diciembre se pierde rendimiento potencial, por lo que conviene no demorar excesivamente la decisión", señaló.

Cuidar el suelo, una práctica clave

El manejo del suelo fue otro de los aspectos centrales del estudio. Ricardo Rivarola, también investigador del INTA San Luis, destacó la importancia de mantener la humedad disponible y reducir la competencia de malezas desde el inicio del ciclo.
"Un barbecho eficiente asegura una buena emergencia y optimiza el uso del agua almacenada. Además, la inoculación con Rhizobium sigue siendo esencial: garantiza la fijación biológica de nitrógeno y reduce la necesidad de fertilización química", detalló.

Los resultados de la RECSO también evidenciaron diferencias significativas entre grupos de madurez. En ambientes con buena oferta hídrica, los materiales intermedios y largos (IVC, IVL y VC) mostraron los mejores comportamientos frente a los grupos más cortos.

Bravo recomendó utilizar herramientas como Cronosoja, que permiten anticipar los momentos críticos del ciclo según la zona y la variedad elegida.

Soja: claves para maximizar rendimientos en ambientes semiáridos

En cuanto a la sanidad del cultivo, los técnicos observaron baja incidencia de enfermedades de fin de ciclo, aunque alertaron sobre la necesidad de mantener la vigilancia.
Rivarola advirtió que "las más frecuentes siguen siendo mancha ojo de rana y mancha marrón; conviene usar semillas con buen paquete tecnológico y monitorear lotes desde etapas tempranas".
También destacó que las rotaciones con gramíneas ayudan a cortar el ciclo de patógenos y diversificar el manejo de malezas.

De cara a la próxima campaña, desde el INTA remarcan que las claves para sistemas más estables y productivos pasan por medir y conservar la humedad, definir correctamente el grupo de madurez y la fecha de siembra, asegurar una buena inoculación, monitorear la sanidad y sostener rotaciones estratégicas.

"La integración de estas prácticas permite superar el promedio histórico de la provincia y afrontar con más solidez la variabilidad climática", concluyó Bravo.

Agrolatam.com
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