Agricultura

Soja: la presión compradora de la industria aceitera podría impulsar un repunte de precios

La menor oferta disponible y la necesidad de recomponer stock colocan a las aceiteras como protagonistas del mercado. Los márgenes ajustados y la caída en el ritmo de ventas del productor suman tensión al escenario.

La industria aceitera se encamina a convertirse en el principal motor de la demanda de soja en los próximos meses. Las cifras indican que, a pesar de un importante volumen ya adquirido, las existencias físicas disponibles son limitadas, lo que anticipa un mercado más firme y con potencial alcista.

Al 30 de julio, las compras de la industria aceitera alcanzaban 21,2 millones de toneladas, aunque solo 17 millones fueron compradas a precio, incluyendo las fijaciones y el carry-in de 2,5 millones de toneladas provenientes de la cosecha anterior. A este volumen se suman 2,9 millones de toneladas importadas desde Paraguay y Brasil bajo el régimen de importación temporaria, totalizando 19,9 millones de toneladas de soja adquiridas.

Si se descuenta la soja procesada entre marzo y junio, que fue de 14,4 millones de toneladas, el excedente se reduce a 5,44 millones. Sin embargo, incorporando la molienda estimada de julio -unas 3 millones de toneladas-, la posición neta de existencias físicas se sitúa en apenas 1,4 millones de toneladas. Este bajo nivel de stock refuerza la expectativa de que las aceiteras mantendrán una fuerte presión compradora sobre la soja disponible.

Márgenes de molienda y FAS teórico

El análisis de la Bolsa de Comercio de Rosario muestra que, con un precio FOB del aceite de soja de 1.079,6 US$/t y de la harina de soja de 291,1 US$/t, el FAS teórico para embarque cercano se ubica en 284,9 US$/t. En comparación, el mercado de soja disponible cotiza hoy a 290 US$/t, lo que implica un margen de molienda teórico negativo de 5 US$/t.

Más allá de este cálculo general, cada empresa enfrenta su propia estructura de costos, que incluye la capacidad diaria de molienda, gastos operativos, costos fijos y variables, y condiciones financieras, factores que pueden mejorar o deteriorar el margen real.

El patrón de compras de la industria entre febrero y julio confirma su protagonismo: 18,29 millones de toneladas de la cosecha 2024/25 y 3,4 millones de la 2023/24, alcanzando 21,7 millones de toneladas. De ese total, el 53 % (11,6 millones) fue comprado a precio y el 47 % (9,6 millones) a fijar, de los cuales el productor ya fijó 4,1 millones.

El comportamiento de venta del productor muestra una tendencia descendente: un promedio semanal de 932 mil toneladas en mayo, 1,047 millones en junio y apenas 648 mil toneladas en julio. Esta caída en la oferta disponible complica la reposición de stock de las aceiteras y, combinada con la necesidad de mantener la actividad industrial, se perfila como uno de los principales factores de presión alcista para el mercado.

La dinámica entre oferta limitada, necesidad de compras y márgenes ajustados será determinante para la evolución de los precios en los próximos meses. Los operadores esperan que, mientras el productor retenga mercadería y la industria mantenga su ritmo de molienda, la firmeza del mercado se sostenga, con oportunidades puntuales de mejora en las cotizaciones.

Agrolatam.com
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