Trigo en alerta: los encharcamientos complican los lotes y crece la presión de enfermedades
Las lluvias de julio y agosto generaron anegamientos en zonas productivas y ya aparecieron casos de roya en Córdoba.
El trigo 2025 atraviesa un escenario dual: por un lado, las abundantes lluvias de julio y agosto completaron la recarga de los perfiles hídricos y sostienen una expectativa de producción superior a los 7 millones de toneladas en la zona núcleo, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Pero al mismo tiempo, los excesos de agua ya provocaron encharcamientos y focos de enfermedades que encienden las alarmas de los productores.
En localidades como Pergamino, en el noreste bonaerense, se reportan sectores anegados con riesgo de pérdida del cultivo. En María Susana (Santa Fe), técnicos remarcan la necesidad de que los suelos drenen para evitar condiciones de anaerobiosis en las raíces, lo que afectaría seriamente al cultivo si las lluvias no dan un respiro en los próximos días.
El otro frente de preocupación son las enfermedades. En el sudeste de Córdoba ya se detectó roya, lo que obligó a los productores a realizar aplicaciones tempranas. La BCR recordó que esta campaña se preveía especialmente riesgosa en materia sanitaria, con la necesidad de dos o hasta tres aplicaciones, un costo adicional que recorta los márgenes de rentabilidad del trigo.
A pesar de estas complicaciones, el 95% del trigo de la región núcleo se encuentra entre excelentes y muy buenas condiciones. Los técnicos destacan que las lluvias no solo repusieron reservas, sino que también acompañaron un buen manejo nutricional, ya que antes de los excesos hídricos los productores lograron completar las fertilizaciones nitrogenadas.
"El trigo venía en excelente estado, muy bien logrado y con buena nutrición. Estas lluvias terminan de completar el perfil hídrico, lo que es clave para sostener un alto potencial de rinde", subrayaron especialistas consultados por la BCR.
En este marco, los próximos días serán decisivos: si el clima acompaña y los lotes logran drenar, el trigo argentino podría sostener la promesa de una campaña histórica en volumen. Pero si las lluvias persisten, el escenario sanitario y los encharcamientos podrían cambiar drásticamente la ecuación.