El manejo de cultivos afectados por excesos hídricos
Recomendaciones del Inta Reconquista para el girasol, algodón, maíz de primera y soja. En el norte de Santa Fe llovieron 447 mm en 17 días.
Los técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) de Reconquista, en el norte de Santa Fe, publicaron una serie de recomendaciones que pueden ser de utilidad para afrontar la compleja situación que atraviesa la región debido a excesos hídricos.
Desde el Inta Reconquista recordaron que en algunas zonas del norte santafesino los registros de precipitaciones superaron los promedios históricos para los meses de noviembre, diciembre y enero. Solo en 17 días de enero, llovieron 445 mm, la segunda marca más alta desde 1998.
Las lluvias en la región (tomando las ocurridas en Chaco y Santiago del Estero, cuyas aguas escurrieron en Santa Fe), complicaron la situación productiva del norte santafesino.
Entre los principales efectos negativos, destacaron: reducción en la absorción de nutrientes y en la tasa fotosintética, alteraciones de los procesos involucrados en el crecimiento, desarrollo y rendimiento.
Desde Inta Reconquista se proponen recomendaciones agronómicas. No obstante, el manejo en cada lote o situación merece un diagnóstico previo particular.
El anegamiento ocurre cuando el agua satura el espacio poroso del suelo y genera carencia de oxigeno por tiempos prolongados o mayores a 72 horas. Entre los principales efectos negativos sobre los cultivos se destacan: reducción en la absorción de nutrientes, reducción de la tasa fotosintética, alteraciones de los procesos involucrados en el crecimiento, desarrollo y rendimiento.
Recomendaciones por cultivos
Girasol:
Cosechar lo antes posible, preferentemente con agua en superficie y no cuando esta ha drenado, así se disminuirá el impacto sobre la estructura del suelo. Utilizar cubiertas duales o de alta flotabilidad. Evitar tránsito de tolvas dentro del lote.
Evitar la permanencia de plantas en el lote por mucho tiempo para reducir el alimento disponible para aves, principalmente palomas.
Algodón:
Monitorear el cultivo considerando los siguientes aspectos: i) población de plantas; ii) etapa fenológica (fecha de siembra temprana o tardía); iii) estado sanitario general (insectos, malezas, enfermedades); iv) topografía del campo (alto, medio, bajo).
En aquellos lotes con algodones que aún se encuentran en la etapa de pimpollado y floración (fecha de siembra tardía), usar fertilizantes y reguladores de crecimiento, en particular en zonas altas del predio, donde el suelo tuvo anegamiento temporario. En aquellas zonas más bajas, con anegamiento prolongado, el estado del cultivo probablemente se encuentra más afectado, con baja población de plantas y reducida capacidad de compensación y recuperación; solo resta monitorear el control de malezas e insectos plagas.
En lotes cuyos algodones llegaron a la etapa fenológica de fin de floración efectiva (siembras tempranas) y están en llenado de las bochas, realizar el monitoreo sanitario (malezas e insectos) y la regulación del cultivo para evitar crecimientos vegetativos excesivos o rebrotes. Considerar ventanas de aplicación (desde V6 hasta fin de floración, no utilizar glifosato).
-Por último, en aquellos lotes donde el algodón sufrió daños irreversibles, recomendamos NO abandonar los mismos sin su debido control sanitario.
-En relación al picudo algodonero monitorear su presencia y/o daños y efectuar el control oportuno, lo importante en esta situación es proteger la producción no perdida por las inundaciones.
-Verificar estado de trampas y volver a instalarlas luego de fin de floración efectiva para monitorear fin de cultivo.
Maíz de primera:
-En aquellos lotes próximos a cosecha y que la producción tiene como destino la alimentación animal, tener en cuenta las condiciones del grano, principalmente en relación a la presencia de toxinas (hongos). Maíz y sorgo de segunda:
-De ser posible realizar el diagnostico de nitratos y sulfatos en suelo, que indicará efectivamente la disponibilidad de nutrientes y permitirá tomar decisiones con criterio preciso para determinar la fertilización (nitrógeno y azufre).
-En relación a plagas, considerar que ante condiciones de estrés el efecto de éstas se enmascara. Evaluar y realizar control en aquellos lotes que realmente justifique. Maíces de hasta 8 hojas toleran mayor daño, posterior a este estadio, es necesario proteger el cultivo (las hojas de alrededor de la espiga son las que tienen mayor incidencia en el rendimiento.
Soja:
No se recomienda sembrar soja en estas fechas tardías. No obstante, si se decide la siembra, considerar semilla de grupos VI o VII corto y acortar entresurcos.
Realizar monitoreos de malezas en la soja, en caso de ser necesario, realizar los controles pertinentes cuando lo permita el suelo, con especial énfasis en malezas agresivas (gramíneas).
Monitorear plagas, ante ataques de orugas en estas condiciones de estrés la soja tolera mayor defoliación hasta R1-R2, luego, desde R3 a R5 es crítico.
Monitorear además las enfermedades ya que años húmedos favorecen la aparición de las mismas a fin de ciclo. Malezas:
En lotes en barbecho largo (que salen de trigo y girasol) con un alto porcentaje de cobertura de malezas, controlarlas mediante el uso de herbicidas sistémicos y/o de contacto. Posteriormente aplicar algún herbicida residual para el barbecho.