Alerta desde Tandil: descubren en Argentina la primera maleza del mundo resistente a flurocloridona
Un biotipo de nabo silvestre sobrevivió al herbicida en pleno corazón del sudeste bonaerense. El hallazgo, inédito a nivel global, pone en jaque las estrategias de manejo agrícola.
En un hecho sin precedentes a nivel mundial, investigadores de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires confirmaron la aparición de resistencia a flurocloridona en un biotipo de nabo silvestre (Brassica rapa L.), localizado en campos agrícolas del partido de Tandil.
La flurocloridona es un herbicida clave para el control de malezas en cultivos como trigo, cebada y girasol. Hasta ahora, no existían reportes de resistencia a este principio activo, parte del grupo de los inhibidores de la fitoeno desaturasa (PDS) -Grupo 12 HRAC-, considerado de bajo riesgo por su uso más limitado.
Pero en Argentina, su aplicación sostenida desde 2018 generó una presión de selección suficiente para activar el fenómeno.
El descubrimiento fue realizado por los ingenieros agrónomos Víctor Juan, Lucía Ledesma y Federico Núñez Fré. A través de un ensayo de dosis-respuesta, compararon semillas de dos biotipos: uno de Tandil, expuesto durante ocho años consecutivos a flurocloridona, y otro de Olavarría, con solo dos aplicaciones.
El resultado fue contundente:
El biotipo de Olavarría respondió normalmente al herbicida.
El de Tandil sobrevivió incluso a la dosis comercial estándar (1X), con un 45% de supervivencia y capacidad reproductiva.
El valor de DL50 (dosis letal para el 50%) fue de 171,2 g i.a./ha en Tandil, frente a 28,5 g i.a./ha en Olavarría. Seis veces más dosis serían necesarias para controlarlo, según el índice de resistencia.
Este nuevo caso se suma a las resistencias ya conocidas del nabo silvestre en Argentina:
Glifosato
Inhibidores de ALS
2,4-D
Ahora, con la confirmación de resistencia a flurocloridona, se configura un escenario de resistencia múltiple a cuatro mecanismos de acción. El biotipo de Tandil se convierte así en uno de los más problemáticos a nivel nacional.
Según datos de la Red de Manejo de Plagas (REM) de Aapresid, el número total de biotipos resistentes en Argentina ya asciende a 49, con foco creciente en el centro y sudeste bonaerense.
Los especialistas proponen un cambio urgente en la estrategia de manejo:
Alternar principios activos con distintos mecanismos de acción.
Rotar cultivos para diversificar herramientas.
Monitorear lotes con regularidad para detectar fallas tempranas.
Incorporar prácticas culturales, como aumento de densidad de siembra o uso de control mecánico.
El caso Tandil marca un punto de inflexión para la agricultura extensiva en la región pampeana. La ciencia ya dio la voz de alerta: el desafío ahora está en el manejo.