Brasil acaba de presentar en la 50ª Expocitros dos variedades de naranja precoces que prometen marcar un antes y un después: Kawatta, llegada desde Surinam, y Majorca, originaria de Florida. Según Embrapa, estas nuevas cepas no sólo maduran antes (entre mayo y agosto), sino que también superan a Hamlin y Valencia Americana en jugo, sabor y color.

Estas variedades, seleccionadas tras décadas de investigación, ya mostraron en ensayos en São Paulo una productividad superior a 30t/ha sin riego. ¿Podrían convertirse en la próxima estrella de la citricultura brasileña?

Panorama actual: el desafío de la productividad

La diversificación varietal busca enfrentar los problemas asociados al clima y la sanidad del cultivo: sequías, riesgos de enfermedad, y una temporada más corta que minimiza la exposición a condiciones climáticas adversas. Kawatta y Majorca se presentan como soluciones técnicas oportunas ante estos desafíos.

Ventajas comparativas de Kawatta y Majorca

Maduración temprana (mayo-agosto): reducen riesgo por sequía y facilitan prácticas como poda y futura mecanización .

Calidad superior del jugo: mejor color y sabor, con alta relación sólidos solubles/acidez .

Productividad sin riego: mantienen rendimientos sobresalientes (>30t/ha) en las zonas más frías y cálidas del estado.

Riesgos y manejo sanitario

Ambas variedades son susceptibles al HLB y otras enfermedades, por lo que requieren manejo fitosanitario riguroso para evitar pérdidas significativas. La disponibilidad de material propagativo está programada para el segundo semestre de 2025, fruto del trabajo conjunto de Embrapa, CCSM/IAC, FCC, Fundecitrus y otras entidades.

Impacto futuro para el agronegocio

La adopción de Kawatta y Majorca puede ofrecer ventajas económicas al productor: ciclos de cosecha más cortos y rentables, menor exposición a riesgos climáticos y sanitarios, y mayor agregación de valor por su calidad. Además, impulsará innovación varietal y reforzará la rastreabilidad en la cadena logístico-productiva.

Con la llegada de Kawatta y Majorca, Brasil da un paso relevante hacia una citricultura más eficiente y competitiva. Su precocidad, productividad y calidad de jugo posicionan a estas variedades como una estrategia clave para enfrentar los desafíos del cambio climático, la sostenibilidad y la demanda global de naranjas. 2025 puede marcar el comienzo de una nueva era en la naranja brasileña.

Productores, técnicos y cooperativas: estén atentos al segundo semestre de 2025, cuando se abra la disponibilidad de estas variedades. ¡Es el momento de planificar la transición hacia una citricultura de alto rendimiento y calidad alentadora!