Trigo firme y maíz récord: la Argentina avanza mientras el girasol enfrenta demoras
El último relevamiento de la Bolsa de Cereales muestra un panorama alentador para el trigo y el maíz, con rindes que superan los promedios históricos.
La campaña agrícola 2025 avanza en la Argentina con un escenario heterogéneo entre cultivos, en el que conviven expectativas históricamente elevadas para el trigo, un maíz que consolida su perfil de cultivo estrella y un girasol que, pese a arrancar con fuerte dinamismo, hoy enfrenta demoras en la siembra debido a las precipitaciones recientes.
El último relevamiento de la Bolsa de Cereales (27/08/2025) confirma que la condición hídrica del trigo es mayormente óptima, que la cosecha de maíz ya supera el 97 % del área implantada, con un rendimiento récord de 72,1 qq/Ha, y que el girasol cubre un 19,3 % de las 2,6 millones de hectáreas proyectadas, aunque con un freno en el ritmo de avance.
Trigo: firmeza productiva en un ciclo prometedor
De las 6,7 MHa sembradas con trigo, el 84,8 % presenta una condición hídrica Adecuada/Óptima y un 99,5 % se mantiene en estado Normal/Excelente. Esta combinación de factores agroclimáticos permite proyectar rendimientos por encima de los promedios históricos y refuerza la expectativa de que el cereal sea uno de los grandes protagonistas de la campaña.
Actualmente, un 18,3 % del área triguera ya transita etapas de desarrollo desde encañazón en adelante, lo que marca un buen ritmo en relación con campañas anteriores. El informe destaca que el pronóstico de lluvias para el fin de semana podría sostener esta condición favorable en el este del área agrícola, aunque el oeste aún requiere mayores aportes para acompañar la demanda creciente del cultivo en los próximos meses.
En términos regionales, esta solidez del trigo argentino se vuelve estratégica frente a la competencia regional. Brasil, tradicional importador neto, mantiene su demanda firme, mientras que Uruguay y Paraguay han ganado terreno en exportaciones diferenciadas hacia nichos de calidad. La Argentina, con un piso de rendimiento más alto, tiene la oportunidad de recuperar participación en mercados externos, aunque las retenciones y la brecha cambiaria siguen condicionando la rentabilidad de los productores.
Girasol: arranque adelantado pero con freno
La siembra de girasol alcanzó un 19,3 % de las 2,6 MHa previstas, con un avance intersemanal de apenas 3,5 puntos. Si bien el ciclo arrancó con un adelanto de 16,1 puntos respecto de 2024 y de 6,5 puntos frente al promedio de las últimas cinco campañas, las lluvias recientes ralentizaron las labores.
Este comportamiento refleja la alta sensibilidad del cultivo a la ventana climática, donde una semana de lluvias puede modificar drásticamente el ritmo de siembra. La región núcleo del girasol, que abarca Chaco, Santa Fe y parte de Buenos Aires, es la más condicionada por el exceso hídrico, aunque los pronósticos climáticos plantean que la situación podría normalizarse en la primera quincena de septiembre.
El girasol mantiene un rol clave en el comercio exterior argentino, especialmente por su aceite, muy demandado en mercados como India y la Unión Europea. Sin embargo, el retraso en la implantación podría poner en riesgo parte del potencial de exportación si no se consolida el avance en las próximas semanas.
Maíz: récord productivo y apuesta a la nueva campaña
La cosecha de maíz avanzó hasta un 97,2 % del área nacional, con un rendimiento promedio de 72,1 qq/Ha, lo que representa un incremento de 5,3 qq/Ha respecto al ciclo 2023/24. Esto permite consolidar la proyección de 49 millones de toneladas (MTn), un volumen que ubica al maíz argentino en su mejor desempeño de la última década.
Este resultado se explica por una ventana climática favorable durante la recolección, que permitió acelerar las labores. Sin embargo, el informe advierte que nuevas precipitaciones podrían volver a interrumpir la última fase de cosecha, especialmente en el norte del país.
En paralelo, ya comenzó la siembra de maíz 2025/26, con las primeras implantaciones en la segunda quincena de agosto. El grueso de la siembra se dará en septiembre, y se espera que el maíz temprano tenga un protagonismo especial frente a la soja, en un escenario donde los productores buscan rotar cultivos y aprovechar las condiciones hídricas actuales.
Desde la óptica de la competitividad regional, el maíz argentino compite directamente con Brasil, que ha consolidado su perfil exportador gracias a la segunda cosecha ("safrinha"). La mejora en los rindes locales ofrece un margen de competitividad, pero los costos de logística, la infraestructura portuaria y las políticas de exportación seguirán definiendo la capacidad del país para aprovechar esta cosecha récord.
Una campaña con señales mixtas
El relevamiento de la Bolsa de Cereales describe un panorama con luces y sombras: por un lado, un trigo que se proyecta por encima de sus promedios, un maíz que ya asegura un volumen récord y un girasol que, pese a un arranque adelantado, enfrenta un freno en su ritmo de siembra.
La interacción entre estos cultivos marcará la agenda del comercio agrícola argentino en los próximos meses, en un contexto donde las decisiones climáticas, políticas y comerciales serán determinantes para sostener la competitividad frente a Brasil, Uruguay y Paraguay, y también para posicionarse en mercados clave como China, India y la Unión Europea.