Ecuador

Ecuador duplica el rendimiento de la pitahaya amarilla y refuerza su posición en los mercados internacionales

Con rendimientos de hasta 50.000 kilos por hectárea, la fruta de Palora afianza su liderazgo en Estados Unidos, Asia y Perú, pese a los retos de aranceles y competencia.

La pitahaya amarilla ecuatoriana vive una etapa de expansión sin precedentes, con un notable aumento en la productividad gracias a la adopción de sistemas técnicos avanzados como el fertirriego y la iluminación artificial en los cultivos. Estas innovaciones han permitido que los rendimientos pasen de 20.000 a 45.000 o incluso 50.000 kilos por hectárea, colocando al país a la vanguardia de la producción mundial de esta fruta exótica.

El epicentro de este desarrollo es la zona de Palora, reconocida internacionalmente por su denominación de origen, que diferencia a la pitahaya ecuatoriana en los mercados globales por su dulzura (elevados grados Brix) y su mayor vida útil en comparación con la producción de otros países. Estas características han hecho que la fruta mantenga una presencia sólida en Estados Unidos y Asia, principales destinos de exportación. Los envíos hacia Norteamérica se realizan tanto por vía marítima como aérea, mientras que en el caso de China y Hong Kong prevalecen los embarques aéreos.

En el ámbito regional, Perú se ha convertido en un gran consumidor, combinando la demanda interna con una producción local aún incipiente, lo que lo coloca como uno de los principales mercados en las Américas. Europa, aunque todavía se mantiene como un mercado de nicho, comienza a mostrar señales de mayor interés, especialmente en comunidades que valoran productos con propiedades funcionales y organolépticas diferenciadas.

El crecimiento de la oferta ecuatoriana se apoya en un ciclo de producción cada vez más continuo, que abarca de octubre a abril y busca extenderse durante todo el año. Esto le permite al país sostener una presencia estable en los mercados internacionales, asegurando disponibilidad en épocas en que otros competidores no pueden abastecer.

No obstante, los desafíos son evidentes. En Estados Unidos, la pitahaya amarilla enfrenta un arancel del 15 %, lo que encarece el producto en destino y repercute en el consumidor final. Aun así, la demanda se ha mantenido firme y los precios muestran una tendencia más positiva de cara a la próxima temporada. En cuanto a la logística, si bien no se han reportado grandes problemas de espacio o fletes para esta fruta, el sector permanece atento a los costos internacionales de transporte.

Con este panorama, la estrategia de Ecuador pasa por consolidar la diferenciación de la pitahaya de Palora como un producto premium, fortalecer la diversificación de mercados y aprovechar la creciente demanda global por frutas exóticas. La combinación de innovación tecnológica, productividad y calidad certificada proyecta al país como líder indiscutido en la oferta internacional de pitahaya amarilla.

Agrolatam.com
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