En un contexto de creciente incertidumbre energética, organizaciones de productores agropecuarios de Bolivia exigen al Gobierno nacional la implementación de un plan de emergencia que garantice el suministro prioritario de diésel para el sector rural. La medida busca evitar el colapso de las actividades productivas y logísticas en zonas estratégicas, especialmente en Santa Cruz, epicentro de la producción agrícola del país.

Logística paralizada y producción en riesgo

Los representantes del agro afirman que la falta de diésel paraliza la maquinaria agrícola, retrasa las labores de siembra y pone en riesgo las cosechas ya planificadas. Además, el transporte de insumos y alimentos se ve afectado por largas filas en estaciones de servicio, lo que repercute en la eficiencia de la cadena agroalimentaria y en la seguridad alimentaria nacional.

Llamado a priorizar al sector productivo

Los productores solicitan al Ejecutivo protocolos de distribución diferenciada, con asignación de cupos para el agro y seguimiento a través de mecanismos de control y trazabilidad. Plantean, además, que se involucre a los gobiernos departamentales y municipales en la coordinación logística, con el fin de evitar especulación y desabastecimiento en zonas rurales.

Santa Cruz, epicentro del reclamo

Desde la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) se advirtió que la situación actual puede generar pérdidas millonarias si no se toman medidas inmediatas. La región produce más del 70% de los alimentos que abastecen el mercado interno y las exportaciones no tradicionales, por lo que su paralización afectaría la balanza comercial agroalimentaria del país.

El reclamo no solo apunta a una solución inmediata, sino también a la necesidad de una planificación energética a largo plazo que contemple la dependencia del sector agrícola del diésel. La tecnificación, el transporte de granos y el funcionamiento de sistemas de riego dependen de un abastecimiento constante y eficiente.