Alfalfa y eficiencia ganadera: nuevas pautas del INTA para producir más carne con el mismo forraje
Un equipo de investigación del INTA comprobó que ajustar la frecuencia y el momento de ingreso al pastoreo de alfalfa puede mejorar hasta un 30% la producción de carne. Los resultados se presentarán en el Día Ganado, el 9 de septiembre en General Villegas.
En la región pampeana, las pasturas base alfalfa son la columna vertebral de la dieta en los sistemas ganaderos. Su aporte se concentra en primavera y verano, donde se produce entre el 60 y 70% del forraje anual. En ese contexto, el manejo eficiente del pastoreo se convierte en un factor decisivo para maximizar la producción de carne y sostener la competitividad del negocio.
Un equipo de investigadores del INTA General Villegas evaluó diferentes estrategias de manejo y concluyó que anticipar el ingreso al pastoreo y aumentar la frecuencia durante la primavera y el verano mejora el aprovechamiento de la pastura y eleva la producción de carne hasta un 30% respecto al manejo tradicional.
Cecilia Sardiña, investigadora del INTA, explicó que "cuanto más eficientes seamos en el aprovechamiento del cultivo en primavera y verano, mayor será el impacto en los resultados de todo el ciclo". La práctica tradicional recomendaba ingresar cuando la alfalfa alcanzaba el 10% de floración, lo que era adecuado para confección de reservas, pero resultaba menos eficiente en sistemas de pastoreo directo. El retraso en el uso generaba pasturas más lignificadas y de menor calidad nutritiva.
Los ensayos del INTA mostraron que iniciar el pastoreo en estados más tempranos permitió priorizar la calidad de forraje ofrecido, aumentar la carga animal y mejorar el desempeño individual. En términos concretos, se registraron períodos más largos de utilización, incrementos en la disponibilidad de forraje y un salto en la eficiencia del sistema.
En paralelo, los investigadores compararon diferentes alturas y frecuencias de ingreso. Con ingresos más frecuentes en verano (cada 14 días), se logró aprovechar forrajes de menor altura sin reducir la carga animal y con beneficios en la respuesta individual. También se midió el impacto de la asignación de forraje: subir la oferta del 3% al 4% del peso vivo en verano resultó en mayores ganancias de peso por animal.
Las recomendaciones actuales son claras: ingresar a las pasturas de alfalfa cada 15 a 25 días en primavera-verano, cuando la biomasa promedio se ubique entre 2000 y 3000 kilos de materia seca por hectárea. Con este esquema, se asegura forraje de alta calidad y se maximiza la producción de carne por hectárea.
Este enfoque cobra relevancia en un escenario de mercados volátiles, con precios internacionales presionados por la mayor oferta de carne y granos desde Brasil, Uruguay y Paraguay. Mientras los vecinos buscan expandir exportaciones con políticas fiscales más estables, en Argentina la ganadería debe lidiar con retenciones, brecha cambiaria, costos en dólares y emergencias agropecuarias recurrentes por inundaciones y sequías. Optimizar el uso de recursos forrajeros se vuelve así una estrategia imprescindible para mantener competitividad.
El tema será uno de los ejes del Día Ganado 2025, que se realizará el 9 de septiembre en el campo experimental "La Belita" de INTA General Villegas. Se trata de una de las jornadas más importantes del noroeste bonaerense, que combinará charlas técnicas y recorridas a campo. Entre los temas centrales figuran: "Pastoreo de alfalfa: nuevos conceptos para maximizar producción de carne", "Feedlot y ambiente: una oportunidad para hacer bien las cosas" y "Silo, grano y a la bolsa: propuesta para una recría eficiente".
Durante la recorrida, los asistentes podrán conocer experiencias sobre control sustentable de parásitos, evaluación de leguminosas ricas en taninos, manejo de ambientes con limitantes edáficas y uso de granos de maíz en dietas de terminación. También se abordará el uso de suplementos en verdeos invernales, una práctica de baja frecuencia pero de gran impacto en la eficiencia.
Organizado por el INTA General Villegas, el evento apunta a productores, técnicos y empresarios ganaderos que buscan herramientas para mejorar la eficiencia en un contexto desafiante. La clave, coinciden los especialistas, es clara: más producción de carne con el mismo forraje, a través de manejo preciso, innovación tecnológica y decisiones basadas en la ciencia.