Algodón en Brasil vuelve a marzo: cotizaciones bajan por cosecha récord y presión externa
Los precios del algodón en Brasil retroceden a niveles de marzo tras una rápida cosecha y la entrada de pluma de temporada. La baja también se ajusta por la debilidad en el mercado internacional, y productores alertan por la sostenibilidad de sus márgenes.
El algodón brasileño transita un momento clave: tras un inicio de cosecha de la temporada 2024/25 con perspectiva de récord, los precios han retrocedido notablemente, retornando a valores nominales registrados por última vez en marzo de este año. Este comportamiento abre un escenario de alerta para el ingreso de los productores.
El último valor del Indicador CEPEA/ESALQ, con pago a ocho días, se ubicó en R$4,1655 por libra-peso, el nivel más bajo desde el 21 de marzo, cuando cerró a R$4,1652. En lo que va de junio, el descenso ya suma un arrastre de aproximadamente 5,7% en el indicador, reflejo de la presión bajista del mercado interno.
La principal fuerza detrás del movimiento es la amplia disponibilidad de oferta, motivada por una cosecha que avanza rápidamente. Los productores han acelerado la venta de los remanentes de la temporada anterior para aprovechar precios aún relativamente altos, generando un aumento en la oferta disponible y presionando los precios hacia la baja.
Paralelamente, el entorno internacional de la pluma de algodón también se debilitó. En mercados globales, las cotizaciones redujeron su nivel, influenciadas por tensiones logísticas o menores compras internacionales, lo que translado adicionalmente al mercado brasileño.
Según datos de la Conab, al 21 de junio ya se había recolectado el 4% del área sembrada de algodón, confirmando el avance acelerado de la cosecha. Esta situación ha llevado a un escenario donde los vendedores están dispuestos a negociar más activamente, mientras los compradores aprovechan para ajustar sus compras a mejores condiciones.
Este entorno representa un alivio para la demanda interna, en un contexto donde los mayores volúmenes permiten acceder a impresión de precios menos elevados. Pero las implicancias para los productores no son menores: la presión de precios significa márgenes más estrechos en un cultivo cuyo costo de producción puede elevarse si no se cuida la eficiencia.
Para el agro brasileño, el momento requiere atención. La combinación de mayor oferta y precios externos débiles empuja a los productores a tomar decisiones rápidas sobre la gestión de stocks y estrategias para la próxima siembra.
El reto inmediato pasa por incorporar tácticas como contratos a futuro o coberturas ante caídas pronunciadas, junto a una evaluación adecuada de costos logísticos y financieros. También la noción de rotación de cultivos y alternancia con plantaciones menos dependientes de precios volátiles toma relevancia.
El algodón brasileño vuelve a niveles de marzo, activando señales de atención sobre la sostenibilidad de los márgenes y el manejo de stock. La presión externa e interna pide respuesta rápida del sector, que deberá innovar tanto en el campo como en herramientas de mercado para proteger sus resultados.