El Área Metropolitana de Buenos Aires se prepara para vivir un inicio de semana atípico, con condiciones climáticas que remiten a los inviernos más crudos. Un frente frío de origen polar -impulsado por una baja presión en el Atlántico Sur- traerá ráfagas de viento del sur entre 60 y 80 km/h, con posible superación de los 90 km/h en sectores costeros.

Este fenómeno vendrá acompañado de una notoria bajante del Río de la Plata, fenómeno observado este domingo y que se profundizaría en la madrugada del lunes, dejando costas expuestas y afectando potencialmente la navegación y drenaje urbano. La combinación de viento, descenso térmico y presión atmosférica baja genera las condiciones ideales para este tipo de evento.

Aunque la posibilidad sigue siendo baja, varios modelos meteorológicos -como el ECMWF y el GFS- coinciden en señalar condiciones que podrían permitir la caída de nieve, graupel o aguanieve en puntos del sur bonaerense y áreas del AMBA como Ezeiza, Morón, San Miguel, El Palomar y Ciudad Jardín.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una advertencia amarilla por vientos intensos, pero también contempla la eventualidad de precipitaciones invernales. De materializarse, sería la primera nevada visible en la región desde el emblemático 9 de julio de 2007, cuando la nieve cubrió Buenos Aires en un hecho histórico.

Temperaturas mínimas de 3 a 6°C, con sensación térmica inferior a 1°C en áreas expuestas al viento.

Recomendaciones clave del SMN:

- Evitar actividades al aire libre durante el pico de viento.

- Asegurar objetos que puedan volarse.

- Preparar una mochila de emergencias con radio, documentos y abrigo.

Posibles impactos logísticos en transporte, logística urbana y operaciones portuarias debido a la bajante y el viento.

El ingreso polar comenzó el sábado en la Patagonia, con nevadas copiosas en Santa Cruz y Tierra del Fuego. Desde entonces, el aire gélido ha barrido el país hacia el norte, afectando zonas del centro como Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. El lunes 24 marcará el pico de intensidad térmica, consolidando una de las semanas más frías del año hasta ahora.

Si bien el evento se concentra en áreas urbanas, el campo también sentirá el rigor. Cultivos sensibles a heladas, como hortalizas, frutales y pasturas, requerirán seguimiento intensivo. Los productores ganaderos deberán redoblar medidas de resguardo ante el riesgo de estrés térmico en animales expuestos.