La avena se impone en el mercado: el cultivo de invierno que cierra su siembra con precios récord
Con la campaña de siembra de invierno entrando en su tramo final, la avena logra posicionarse como el cultivo con mejor cotización del año. Su versatilidad, demanda interna y uso estratégico en la rotación ganadera consolidan su protagonismo en el agro uruguayo.
En un escenario agrícola marcado por la cautela climática y el análisis económico de cada hectárea, la avena emerge como la gran ganadora de la campaña de invierno 2024-2025 en Uruguay. Mientras los últimos lotes se terminan de sembrar, el mercado premia este cereal con valores que superan los US$ 280 por tonelada, posicionándolo como el cultivo invernal con mejor precio del año.
La información fue confirmada por operadores del mercado granario y técnicos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), quienes señalan que la combinación de factores como la demanda interna para forraje, la creciente integración en esquemas de ganadería regenerativa y la buena calidad de semilla disponible, empujaron tanto el área sembrada como el valor comercial del producto.
"La avena encontró su lugar estratégico en las rotaciones," explican desde la Asociación de Cultivadores del Uruguay. Además de su utilidad como pastura, cobertura o grano para consumo animal, es uno de los cultivos con mejor adaptación al clima invernal, menor demanda hídrica y un ciclo relativamente corto, lo que permite una siembra eficiente de cultivos de verano posteriores.
El actual precio -que se ubica entre US$ 280 y US$ 300 por tonelada, dependiendo de la calidad- marca un techo no visto en los últimos cinco años. Para muchos productores, representa una alternativa rentable frente a trigos de bajo potencial o cebadas que requieren más inversión en insumos y manejo técnico.
Según datos de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA), se estima que la avena ocupará este invierno unas 70.000 hectáreas, con concentraciones en el litoral oeste, centro-sur y algunas zonas del este del país. El uso principal será como forraje directo o ensilado para ganadería de carne y leche, aunque una proporción importante también se destina a industria de alimentos balanceados.
La tendencia de precios al alza se explica, además, por factores regionales. En Brasil, principal comprador potencial de avena uruguaya, la producción sufrió retrasos por excesos de lluvias, y en Argentina la siembra aún está por debajo de lo habitual, lo que podría generar oportunidades de exportación a pequeña escala para operadores especializados.
La avena también juega un rol clave en la transición hacia sistemas más sostenibles. Su uso en praderas mixtas, cultivos de cobertura y regeneración de suelos la convierte en una herramienta valorada por programas de certificación ambiental y bonos de carbono. "La avena es barata, noble y cumple múltiples funciones: no es casualidad que el mercado la esté reconociendo," señalan desde la Cámara Mercantil.
En cuanto al comportamiento agronómico, las primeras siembras de mayo ya muestran buena implantación, y aunque las lluvias fueron desparejas en algunas zonas, el frío de las últimas semanas ha favorecido el macollaje. Si las condiciones se mantienen estables en julio, se esperan buenos rendimientos promedio, con techos de hasta 3.500 kg/ha en suelos de buena aptitud.
Para los ganaderos, la avena también se ha transformado en una aliada estratégica. En un contexto de recomposición de rodeos y necesidad de suplementación eficiente, el cereal permite una reserva forrajera económica y de rápida disponibilidad. Esto es clave especialmente en años como este, con alta incertidumbre climática y márgenes productivos ajustados.
El repunte del precio también genera expectativas en la cadena semillera. Empresas proveedoras de genética ya anticipan una mayor demanda para la campaña 2025, y se espera que el área crezca entre un 10 y un 15% si se confirman las condiciones favorables.
En definitiva, la avena demuestra que un cultivo tradicional puede reconvertirse y volver a ser protagonista en el agro moderno. Su precio récord, su flexibilidad agronómica y su aporte al sistema productivo la consolidan como una opción clave en las rotaciones de invierno, con beneficios agronómicos, económicos y ambientales.