Bacterias que valen oro: el secreto bajo tierra que está revolucionando los cultivos de palta Hass
En Chile, científicos y productores de palta Hass están descubriendo un aliado inesperado: bacterias del suelo que fortalecen las raíces, combaten enfermedades y abren la puerta a una agricultura más sostenible. Lo que antes pasaba desapercibido bajo tierra, hoy podría redefinir el futuro del cultivo.
Lo que ocurre bajo el suelo ya no es invisible para la ciencia ni para los productores. Las bacterias beneficiosas que viven en la rizósfera del aguacate Hass están mostrando un potencial transformador: mejoran la salud de las plantas, incrementan el rendimiento y ofrecen una alternativa sostenible frente a enfermedades y sequías.
En los principales países productores de aguacate, como México, Chile y Perú, la investigación sobre microbioma del suelo ha cobrado fuerza en los últimos años. El foco está puesto en un ejército invisible: bacterias que viven junto a las raíces y que pueden actuar como escudo biológico, bioestimulante y fertilizante natural al mismo tiempo.
Algunas cepas ya se están utilizando para combatir la podredumbre de raíz (Phytophthora cinnamomi), una de las enfermedades más graves para el aguacate. Estas bacterias tienen la capacidad de inhibir el desarrollo de patógenos, reforzar las defensas naturales de la planta y mejorar la absorción de agua y nutrientes.
Una revolución microbiana para una agricultura que necesita reinventarse
La aplicación de bacterias benéficas también permite reducir significativamente el uso de agroquímicos. En un contexto donde los mercados internacionales exigen mayor trazabilidad y menos residuos, estas soluciones microbianas aparecen como una respuesta concreta a las exigencias del consumidor y del medio ambiente.
Según pruebas de campo realizadas en distintas regiones, los cultivos tratados con consorcios bacterianos presentaron mejores tasas de crecimiento, mayor floración y frutos de mejor calibre, sin necesidad de intensificar la fertilización convencional.
Hoy en día, centros de investigación y empresas biotecnológicas están desarrollando inoculantes específicos para aguacate Hass, adaptados a los suelos de cada región. Sin embargo, los especialistas advierten: no existe una fórmula única. Para que estas bacterias funcionen, es clave analizar la composición microbiana del suelo y diseñar tratamientos personalizados.
Con la expansión global del aguacate Hass y los desafíos climáticos en aumento, entender lo que ocurre a nivel microscópico ya no es una opción secundaria. Es una estrategia agronómica de futuro, donde el suelo no es solo un soporte físico, sino un ecosistema vivo que puede marcar la diferencia entre una campaña mediocre y una cosecha excepcional.