Bloqueo exportador brasileño impulsa oportunidades para maíz de EE.UU.
Un cuello de botella en Brasil en sus exportaciones de maíz, pese a una cosecha récord, está desplazando la atención hacia los exportadores estadounidenses.
Brasil parece tener una cosecha de maíz sin precedentes en 2024-25, pero un cuello de botella logístico y el repunte de la demanda interna están ralentizando sus ventas externas. Analistas de mercado señalan que esto podría ser un respiro para los productores estadounidenses, quienes podrían ganar ventaja durante la ventana clave de exportaciones de otoño.
Según datos recientes, si bien Brasil está recogiendo una cosecha histórica impulsada por condiciones climáticas favorables y un auge del safrinha, la segunda cosecha, que representa el 78% de su producción total, ya está dando rendimientos récord. Sin embargo, este superávit no se traduce en exportaciones masivas: se enfrentan a una fuerte demanda interna -alimentación animal (~70%) y etanol (~15%)- y a problemas de almacenamiento y congestión en los puertos, donde la soja sigue copando capacidad.
Además, en julio de 2025 las exportaciones iniciales brasileñas fueron marcadamente lentas, en parte por una pobre demanda china y el atraso del maíz en la cadena exportadora. Estas condiciones han permitido que EE.UU. consolide su posición; de hecho, las ventas de maíz estadounidense superan las expectativas, con cifras que podrían forzar una revisión al alza en los pronósticos del USDA.
Estimaciones mensuales de producción de maíz 2024-25: USDA vs. Conab (en millones de toneladas métricas)
¿Qué está en juego este otoño? La primera parte del ciclo (septiembre-noviembre) se presenta favorable para EE.UU. si Brasil mantiene su exportación lenta-esa será la oportunidad para captar mercados, especialmente en Asia y Medio Oriente. No obstante, si Brasil acelera en diciembre-febrero, EE.UU. enfrentará nueva competencia en un momento crítico.
Factores adicionales que generan incertidumbre:
El USDA aún podría revisar su estimación de rendimiento de maíz en EE.UU., lo que afectaría los precios futuros.
Eventuales aranceles o acuerdos comerciales podrían alterar el panorama exportador.
Si China regresa con fuerza al mercado, podría equilibrar la demanda global en favor de Brasil.
En síntesis, ambos países se encaminan a cosechas históricas o cercanas a ello, pero la verdadera historia está en cómo y cuándo cada carga de maíz se moviliza por los canales del comercio internacional.