Bolivia

Avicultores de Bolivia pierden 12 millones de bolivianos semanales por falta de diésel

El desabastecimiento de combustible afecta la distribución de pollo en el país, con impacto directo en los costos de producción y en la oferta para el consumidor final.

La crisis de abastecimiento de diésel en Bolivia está golpeando de lleno a la avicultura, uno de los sectores más dinámicos de la producción de alimentos. Según la Asociación Nacional de Avicultores (ANA), las pérdidas alcanzan los 12 millones de bolivianos cada semana debido a los desajustes que provoca la falta de combustible en la cadena de distribución.

El presidente de la entidad, Omar Castro, explicó que a nivel nacional se producen alrededor de 5 millones de unidades de pollo por semana, cada una con un peso promedio de 2,5 kilos. Esto equivale a cerca de 12 millones de kilos de carne de pollo que deben llegar al mercado de consumo. Sin embargo, las dificultades para garantizar el transporte y la logística generan un perjuicio económico inmediato: "Hablamos de 12 millones de kilos; un boliviano por kilo es lo que pierde el sector semanalmente cuando no hay diésel oportuno", afirmó el dirigente.

El problema no se limita al acceso al combustible. Castro señaló que cualquier interrupción en las carreteras o la escasez de insumos derivada de la falta de dólares afecta la operatividad del sector y se traduce en mayores costos para los productores. La dependencia de divisas extranjeras para adquirir materias primas esenciales como alimento balanceado o medicamentos genera un riesgo adicional en un contexto económico ya complejo.

Solo en el departamento de Santa Cruz, principal polo avícola del país, se alojan cerca de 3,5 millones de aves, mientras que en el resto de Bolivia se contabilizan 1,5 millones adicionales. Estos volúmenes deben ingresar cada semana al mercado interno para abastecer la creciente demanda de carne de pollo, una de las proteínas más consumidas por la población.

El desabastecimiento de diésel amenaza no solo la rentabilidad de los avicultores, sino también la estabilidad del suministro de alimentos básicos en los centros urbanos. De continuar la crisis energética y cambiaria, el impacto podría trasladarse a los precios para el consumidor final, tensionando aún más la canasta familiar.

Desde la ANA se advirtió que, de no adoptarse medidas urgentes para garantizar el flujo de combustible y normalizar la cadena de insumos, las pérdidas podrían agravarse en las próximas semanas. El reclamo de los avicultores se suma al de otros sectores productivos que han alertado sobre las consecuencias de la falta de diésel en la economía boliviana, con efectos directos sobre la seguridad alimentaria y la competitividad del agro.

Agrolatam.com
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