Bolivia

Semanas de espera y cosechas en riesgo: la falta de diésel paraliza al norte cruceño

Productores agropecuarios denuncian una crisis que se agrava día a día. Sin combustible para cosechar ni transportar sus productos, cientos de familias del norte de Santa Cruz permanecen varadas al borde de la carretera.

La crisis por la escasez de diésel golpea con fuerza al corazón productivo del norte cruceño. Desde hace semanas, productores agropecuarios de municipios como San Pedro, Cuatro Cañadas y El Puente se ven obligados a esperar hasta una semana entera en fila para poder abastecerse de combustible, imprescindible para mantener en marcha tractores, cosechadoras y camiones.

"Estamos durmiendo a la orilla de la ruta, comiendo como podemos, esperando para cargar 100 litros de diésel", relató uno de los productores afectados. A su lado, más de una docena de camiones permanecen estacionados, con sus conductores en condiciones precarias, en medio del sol intenso y la incertidumbre.

El panorama se repite cada día: filas que se extienden por varios kilómetros, agricultores que interrumpen su labor en el campo para garantizar algo de combustible, y cosechas que corren riesgo de perderse por falta de operatividad.

Esta situación se da en pleno periodo de cosecha de soya, sorgo y maíz, tres cultivos clave en la estructura agroexportadora del país. Muchos productores han optado por reducir la cantidad de hectáreas cosechadas para "estirar" el diésel, mientras otros ni siquiera han podido comenzar sus labores.

Una cadena productiva al borde del colapso

El norte de Santa Cruz es una de las regiones más dinámicas de la agroindustria boliviana. La escasez de diésel afecta no solo a los grandes productores, sino también a pequeños agricultores, transportistas, operarios rurales y comerciantes, generando un efecto dominó sobre toda la economía local.

Desde las asociaciones del sector se reclama al Gobierno una distribución más equitativa y oportuna del combustible, además de medidas de emergencia que garanticen el abastecimiento en zonas productivas durante la campaña agrícola.

"No se puede hablar de soberanía alimentaria si no hay diésel para levantar la cosecha. Estamos dejando el alimento en el campo, mientras las pérdidas se multiplican", señalaron desde una organización regional.

Las estaciones de servicio reciben volúmenes limitados que se agotan en pocas horas. Los productores, desesperados, dejan sus maquinarias sin trabajar por días, lo que también afecta el calendario de siembra de la próxima campaña.

El impacto también alcanza al transporte hacia los centros de acopio, los frigoríficos y los mercados de exportación. De no resolverse en el corto plazo, el desabastecimiento de diésel podría traducirse en aumentos de precios, menor disponibilidad de productos y caída en las divisas del sector agroexportador.

Hasta el momento, no se ha comunicado una solución estructural desde las autoridades nacionales, más allá de promesas de normalización del suministro "en los próximos días". Mientras tanto, el campo espera, varado a la vera de una carretera que, por ahora, no lleva a ningún lado.

Agrolatam.com
Esta nota habla de: