Bolivia impulsa el proyecto "Leche para Crecer" para fortalecer la producción primaria y elevar el consumo
La nueva ley busca alcanzar los 100 litros de consumo per cápita al año y redirigir más del 90 % del fondo lácteo a productores primarios.
El proyecto de ley "Fondo Productivo Lácteo - Leche para Crecer" fue aprobado por la Cámara de Diputados y enviado al Senado para su revisión, marcando un paso clave en la reestructuración del sistema de apoyo al sector lechero. La iniciativa apunta a fortalecer la producción primaria, reducir costos y aumentar el consumo interno de leche en Bolivia.
Según explicó Israel Romero, responsable de Innovación de Pro-Bolivia, el objetivo es alcanzar un consumo promedio de 100 litros por persona al año, un incremento sustancial respecto a los 70 litros actuales, aunque todavía por debajo de los 160 litros recomendados por la OMS. "Esperamos tener resultados en forraje, disponibilidad de agua limpia, infraestructura y bienestar animal, lo que permitirá obtener leche de calidad y ser competitivos interna y externamente", sostuvo Romero en declaraciones a Bolivia TV.
El proyecto es impulsado por Pro-Bolivia, entidad dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo, y reemplaza la fallida ampliación de la Ley 204 del Fondo Pro Leche, creada en 2011. Aquella propuesta fue rechazada por el Legislativo en abril de este año, lo que llevó a presentar una nueva norma en mayo con un enfoque más directo en la producción primaria.
Un fondo orientado al productor y al consumo interno
El cambio central que introduce "Leche para Crecer" es la redistribución de los recursos recaudados por el Fondo Productivo Lácteo. Hasta ahora, la Ley 204 destinaba el 60 % de los fondos -provenientes de un aporte de 10 centavos por litro de cerveza y bebidas alcohólicas importadas- al desarrollo de la industria láctea. Con la nueva normativa, más del 91 % de esos recursos será transferido directamente al fortalecimiento de la producción primaria, priorizando a los pequeños productores y asociaciones rurales.
"Esto significa apoyo sistemático en un horizonte de quince años, con acciones concretas para incrementar la producción de forraje, ampliar el riego, mejorar la infraestructura, el manejo genético y la nutrición animal", explicó Romero.
El propósito del programa es doble: mejorar la eficiencia productiva y reducir los costos de producción, que actualmente se sitúan en un promedio de nueve litros por vaca al día, una cifra muy por debajo de países vecinos como Chile, donde la productividad alcanza 17 litros por vaca.
La nueva ley busca revertir esa brecha mediante inversión en tecnología, manejo de pasturas, asistencia técnica y capacitación en buenas prácticas pecuarias. Además, pretende dinamizar la economía rural, con un enfoque en inclusión social y sostenibilidad, promoviendo el acceso equitativo a recursos, financiamiento e infraestructura.
Romero enfatizó que el desarrollo del sector lechero es clave para la seguridad alimentaria del país, no solo por su aporte nutricional sino también por su potencial para generar empleo e ingresos en zonas rurales.
El consumo interno de leche se incrementó de 41 a 70 litros por persona en los últimos 14 años, impulsado por programas estatales y campañas de promoción. Sin embargo, el nivel actual sigue siendo bajo en comparación con otros países de la región. Con la implementación de "Leche para Crecer", el gobierno espera elevar el consumo nacional a 100 litros per cápita en el mediano plazo, mediante estrategias de educación alimentaria y mejora en la calidad del producto disponible.
El reto no solo será alcanzar esa meta de consumo, sino sostener la competitividad de la cadena productiva frente a los costos de insumos, la fragmentación productiva y las limitaciones tecnológicas. Si logra articular inversión pública, asistencia técnica y mejor gestión en campo, el proyecto podría marcar un punto de inflexión para el sector lácteo boliviano, combinando desarrollo rural con valor agregado y nutrición.