Falta de diésel pone en riesgo la cosecha de 350 mil hectáreas de soya en Santa Cruz
La escasez de combustible afecta al norte cruceño y podría comprometer la seguridad alimentaria y las exportaciones agrícolas. Productores piden medidas urgentes.
La falta de diésel ha encendido las alarmas en el sector agrícola boliviano. La Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) advirtió que la escasez de combustible en el norte integrado de Santa Cruz está poniendo en riesgo la cosecha de 350.000 hectáreas de soya, además de retrasar la preparación de tierras para el próximo ciclo de verano.
El presidente de Anapo, Jaime Hernández, explicó que el problema afecta por igual a pequeños, medianos y grandes productores, quienes dependen del abastecimiento constante de diésel para operar la maquinaria agrícola durante la campaña de invierno 2025.
"En la medida que se demore el abastecimiento de diésel se pone en riesgo la siembra de un millón y medio de hectáreas de soya, maíz y sorgo. Si no hay combustible, habrá menos alimentos, menos exportaciones y menos divisas para el país", advirtió Hernández.
El dirigente sostuvo que la escasez de diésel ULS (ultrabajo en azufre) afecta la mecanización agrícola en plena fase de cosecha, especialmente en municipios como Montero, Saavedra y Mineros, donde se concentra la mayor parte de la producción sojera de Bolivia.
Pérdidas millonarias y riesgo para la próxima campaña
Anapo estima que las pérdidas económicas asociadas a la campaña de invierno rondan los US$ 400 millones, aunque el impacto podría ser mucho mayor si el problema persiste y se retrasa la siembra de verano, prevista entre octubre y diciembre.
"De no garantizarse el suministro de diésel en los próximos días, la afectación podría superar los US$ 2.000 millones, con consecuencias directas en la producción nacional de alimentos y en el ingreso de divisas por exportaciones", alertó Hernández.
La situación preocupa al sector por sus posibles efectos en cadena. El maíz y el sorgo, esenciales para la producción de alimentos balanceados y la industria avícola y porcina, también dependen del abastecimiento de combustible. Una reducción en la siembra podría repercutir en los precios internos y en la disponibilidad de insumos para la ganadería.
Según el gremio, muchos productores se ven obligados a racionar el uso del combustible, posponiendo labores de cosecha o traslado de granos hacia los centros de acopio. "Incluso pagando Bs 9 por litro, el diésel no está llegando en los volúmenes necesarios para cubrir la demanda del sector", detalló Anapo.
Exigen a YPFB priorizar al sector agrícola
Los agricultores solicitaron a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) que priorice la distribución de diésel para el agro y reactive la logística de cisternas móviles, paralizada desde hace varias semanas. Estas unidades eran clave para el abastecimiento directo en zonas rurales durante los picos de trabajo agrícola.
El sector insiste en que la falta de planificación logística está profundizando un problema recurrente. "Si el diésel no llega a tiempo, el campo se paraliza. Cada día de retraso implica pérdidas millonarias y afecta a miles de familias que dependen de la agricultura", subrayó Hernández.
Además, los productores recordaron que el norte cruceño aporta más del 70 % de la producción nacional de soya, cultivo que no solo abastece el mercado interno, sino que también es la base para la exportación de aceites vegetales, harinas proteicas y biodiésel.
Anapo advirtió que una interrupción prolongada del suministro pondría en riesgo la seguridad alimentaria y la estabilidad de las exportaciones agrícolas, sectores que en conjunto aportan más del 12 % del PIB nacional.
Mientras tanto, las asociaciones de productores coordinan acciones con gobiernos locales y cooperativas para establecer centros temporales de abastecimiento, aunque reconocen que sin intervención estatal no será posible cubrir la demanda regional.
Ante la falta de respuestas concretas, productores del norte cruceño anunciaron que podrían iniciar un "camionetazo" este viernes, una movilización que busca visibilizar la crisis por la falta de diésel y exigir la normalización inmediata del suministro. Advirtieron que la persistente escasez de combustible pone en riesgo la cosecha de 350.000 hectáreas de soya y que, de no resolverse en las próximas horas, las protestas se extenderán a otras zonas productivas del departamento."La soya es el motor del agro boliviano, y no podemos permitir que la falta de combustible frene una campaña que ya venía golpeada por los precios internacionales", concluyó Hernández.