Bolivia

Bolivia valida en campo sus primeras semillas de algodón transgénico

El CIAT inició la primera prueba agronómica con variedades de algodón genéticamente modificadas. El proyecto busca mayor rendimiento, competitividad y sostenibilidad para el sector algodonero.

El Centro de Investigación Agrícola Tropical (CIAT) puso en marcha la primera parcela de validación agronómica de semillas de algodón genéticamente modificadas en Bolivia, un hito que marca el inicio de una nueva etapa para el sector algodonero nacional. La iniciativa fue posible gracias a la autorización del Comité Nacional de Bioseguridad, en cumplimiento con la normativa vigente, y cuenta con el respaldo de la Federación Departamental de Productores de Algodón (Fedepa) y de la Gobernación de Santa Cruz.

En esta primera fase se establecieron tres variedades de algodón, que serán evaluadas durante seis meses. El objetivo es determinar su desempeño en condiciones locales y comprobar si pueden convertirse en una alternativa de alto rendimiento, capaz de transformar la producción algodonera del país.

Las semillas incorporan dos innovaciones biotecnológicas: resistencia al glifosato y tolerancia a insectos lepidópteros. Estas características permitirán reducir costos de control de malezas y plagas y, al mismo tiempo, aumentar los rendimientos, explicó Héctor Sandoval, director ejecutivo del CIAT.

De acuerdo con estadísticas del INTA de Argentina, estas variedades pueden alcanzar hasta 42 quintales de algodón por hectárea, frente a los apenas 9 quintales que logran las variedades convencionales en Bolivia. La diferencia refleja un salto tecnológico que podría multiplicar la productividad del sector.

Un cambio esperado por los productores

La validación en campo es vista con optimismo por los actores locales. Para el subgobernador de la provincia Obispo Santiesteban, Juan Carlos Maciel, esta innovación "garantizará una producción certificada, de mayor calidad y alcance, que permitirá a nuestros productores competir en igualdad de condiciones con países vecinos".

Maciel subrayó que el desafío del algodón boliviano ha sido recuperar protagonismo en la región, tras décadas de declive por bajos rendimientos y altos costos. En este sentido, la incorporación de semillas resistentes a malezas e insectos se convierte en una herramienta estratégica para fortalecer la sostenibilidad y rentabilidad del cultivo.

El algodón, que tuvo un peso histórico en la economía cruceña, perdió terreno frente a otros cultivos como la soya y el maíz. Sin embargo, con acceso a semillas de mayor potencial, los productores vislumbran una oportunidad de revitalizar la cadena algodonera y abrir nuevas posibilidades en la industria textil nacional.

El CIAT y la Gobernación de Santa Cruz remarcan que el proyecto no solo apunta a la productividad, sino también a garantizar un marco de bioseguridad y trazabilidad, de modo que las nuevas variedades puedan ser certificadas y reconocidas en mercados internacionales.

La apuesta por la biotecnología en algodón también refleja un cambio en la política agrícola boliviana. Mientras otros países de la región, como Brasil y Argentina, adoptaron semillas transgénicas hace más de una década, Bolivia se mantuvo rezagada. La validación en curso busca reducir esa brecha y sentar las bases para una producción competitiva y sostenible que integre innovación, calidad y seguridad alimentaria.

Con este paso, el CIAT y la Gobernación cruceña consolidan su compromiso con la modernización tecnológica del agro y confirman que el algodón puede volver a ocupar un lugar estratégico en la diversificación productiva del país.

Agrolatam.com
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