Brasil

Brasil inicia la cosecha de algodón, pero el mercado se muestra cauteloso

Comenzó la recolección de algodón en los principales estados productores, con buenas condiciones climáticas y perspectivas técnicas favorables. Sin embargo, la comercialización avanza con lentitud y el sector analiza los precios internacionales con preocupación.

Agrolatam.com

La cosecha de algodón ya comenzó en Brasil, marcando el inicio de una campaña que se presenta con buenas expectativas agronómicas pero un ritmo comercial lento. En los principales estados productores como Mato Grosso, Bahía y Goiás, las máquinas ya están en marcha aprovechando las condiciones climáticas secas, ideales para el comienzo de la recolección en las áreas más tempranas.

Según datos de la Asociación Brasileña de Productores de Algodón (Abrapa), los trabajos avanzan principalmente en regiones del noreste de Mato Grosso, donde las variedades precoces muestran un desarrollo adecuado. La sanidad de los cultivos y el volumen estimado de fibra proyectan una buena campaña en términos productivos, aunque el gran interrogante está del lado comercial.

"La calidad del algodón es prometedora, pero los negocios siguen muy lentos. Hay cautela por parte de los compradores, tanto en el mercado interno como en el externo", indicaron operadores del sector en Lucas do Rio Verde, uno de los polos de referencia algodonera del país.

Los precios en la Bolsa de Nueva York, referencia global para el algodón, han mostrado oscilaciones importantes en las últimas semanas, presionados por la menor demanda de la industria textil china y la competencia creciente con exportadores como India y Estados Unidos. Esta volatilidad genera dudas entre productores brasileños, que analizan con prudencia el mejor momento para cerrar ventas.

Hasta ahora, menos del 30% de la cosecha brasileña está comprometida comercialmente, una cifra menor a la habitual para esta etapa del año. Muchos productores aguardan señales más claras del mercado antes de fijar precios, aunque esto implique mantener stock en campo o contratar almacenamiento adicional.

El clima, en tanto, ha jugado a favor del desarrollo del cultivo, con un otoño de pocas lluvias que facilitó el secado natural y redujo los riesgos de enfermedades fúngicas. La expectativa es que la cosecha gane ritmo en julio, cuando la mayor parte de las áreas estén listas para ser recolectadas.

La logística también se perfila como un punto crítico en esta campaña. Con una producción concentrada en regiones alejadas de los puertos, el algodón brasileño depende de una cadena de transporte eficiente para mantenerse competitivo. En ese sentido, los costos de flete y las demoras en la salida por rutas congestionadas o zonas portuarias afectan los márgenes de rentabilidad.

A pesar de estos desafíos, Brasil sigue consolidándose como uno de los principales exportadores mundiales de algodón, junto a Estados Unidos y la India. En las últimas campañas, el país ha demostrado una capacidad técnica y empresarial que le permitió aumentar superficie, rendimiento y calidad, todo sin subsidios estatales, a diferencia de otros competidores.

El mercado internacional observa con atención la evolución de la oferta brasileña, ya que muchos países importadores dependen de su fibra para alimentar industrias textiles. Sin embargo, las señales mixtas desde Asia -donde se concentra gran parte de la demanda- obligan a leer con cuidado las perspectivas para la segunda mitad del año.

Desde Abrapa y otras entidades se promueve un mayor posicionamiento del "algodón responsable" brasileño, con certificaciones de origen, trazabilidad y cumplimiento de estándares ambientales y laborales. Esta estrategia apunta a diferenciar el producto brasileño en un mercado donde la sostenibilidad y la transparencia ganan peso.

En paralelo, algunos productores exploran contratos de exportación anticipada con cláusulas de flexibilidad, así como coberturas en mercados futuros, para reducir riesgos ante la incertidumbre de precios. Otros optan por ventas directas a la industria nacional, aunque con márgenes más acotados.

El inicio de la cosecha marca una etapa decisiva para la campaña algodonera 2025. La calidad está, el volumen también. Lo que falta es que el mercado se estabilice y recompense a quienes apostaron por un cultivo exigente, estratégico y con fuerte peso en la balanza comercial agrícola del país.

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