Brasil

Brasil mueve sus fichas para volver al mercado europeo con su pollo

El gigante sudamericano busca recuperar el terreno perdido en la Unión Europea, tras restricciones sanitarias que afectaron sus exportaciones avícolas. Un tema clave en la agenda comercial de Lula.

Brasil, uno de los mayores exportadores de carne aviar del mundo, está maniobrando intensamente para reabrir el acceso de su pollo al exigente mercado de la Unión Europea. Tras las restricciones impuestas por cuestiones sanitarias, el gobierno brasileño busca recuperar la confianza de Bruselas y volver a posicionarse como proveedor clave en el bloque.

Las exportaciones brasileñas de pollo a Europa se vieron afectadas en los últimos años debido a preocupaciones sanitarias vinculadas a controles de calidad e irregularidades en plantas procesadoras, lo que provocó la suspensión del estatus sanitario para varias unidades.

Actualmente, solo nueve plantas procesadoras de pollo brasileño están autorizadas para exportar a la UE, una cifra que contrasta fuertemente con los más de 30 establecimientos habilitados en años anteriores. Este retroceso golpeó una parte significativa del negocio avícola brasileño, especialmente en estados como Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul, donde la avicultura es uno de los motores económicos.

El gobierno del presidente Lula da Silva ha reactivado las negociaciones diplomáticas y técnicas para revertir esta situación. Entre las medidas en curso, destacan:

Solicitudes formales para que la UE realice nuevas auditorías sanitarias en plantas brasileñas.

Inversiones en trazabilidad y mejoras en los procesos de inspección y certificación.

Fortalecimiento de la cooperación con organismos internacionales de sanidad animal.

Desde el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Brasil aseguran que el país ha dado pasos firmes para garantizar los estándares sanitarios requeridos por los mercados más exigentes. A su vez, destacan que el país mantiene acuerdos comerciales activos con más de 150 naciones que siguen recibiendo pollo brasileño sin restricciones.

"Tenemos una de las industrias avícolas más modernas del mundo y vamos a recuperar la confianza del mercado europeo con transparencia y evidencia técnica", señalaron desde el gobierno.

La reapertura del mercado europeo es estratégica no solo por el volumen, sino por el valor agregado y el prestigio que implica colocar productos en un mercado con altos estándares de seguridad alimentaria y bienestar animal.

Brasil es el mayor exportador mundial de carne de pollo, con una producción anual que supera los 14 millones de toneladas. En 2024, sus exportaciones alcanzaron casi 5 millones de toneladas, con destinos clave como China, Emiratos Árabes, Arabia Saudita y Japón.

Sin embargo, Europa representa un mercado con alto valor por tonelada exportada, además de ser un punto de entrada para otros segmentos de consumidores de alto poder adquisitivo. De ahí que la reconquista del mercado europeo esté en el centro de la agenda comercial agroalimentaria del país.

El sector privado brasileño, liderado por la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA), acompaña activamente estas gestiones, participando en ferias internacionales, programas de calidad, y campañas de imagen institucional del pollo brasileño.

La recuperación del acceso total al mercado europeo también podría fortalecer las negociaciones en el marco del acuerdo Mercosur-Unión Europea, aún pendiente de ratificación, y que tiene en la agricultura uno de sus capítulos más sensibles.

Para Brasil, volver con fuerza al mercado europeo no solo es una meta comercial, sino también un mensaje político: demostrar capacidad de respuesta, respeto por las normas internacionales y liderazgo como potencia agroexportadora en tiempos donde la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ganan protagonismo global.

Agrolatam.com
Esta nota habla de: