Brasil eleva su proyección de maíz gracias a una histórica segunda cosecha
Un nuevo récord en la segunda zafra impulsa el pronóstico de producción de maíz en Brasil, con perspectivas que podrían alterar el equilibrio mundial de granos.
La producción de maíz en Brasil marca un nuevo hito que sacude el tablero internacional. En los últimos días, se actualizó la previsión de cosecha total de maíz en el país sudamericano, motivada por rendimientos excepcionales en la segunda zafra, conocida localmente como safrinha. Este repunte consolida a Brasil como uno de los principales exportadores mundiales de este cereal y refuerza su papel estratégico en el comercio global de granos.
Las últimas proyecciones ubican la cosecha total cercana a 124,6 millones de toneladas, cifra que supera con amplitud los cálculos iniciales de la campaña. La clave estuvo en el buen desempeño climático en las zonas productoras, especialmente en estados del centro y sur del país, junto a la adopción de prácticas agrícolas mejoradas y variedades de maíz de alta productividad.
La segunda cosecha -que representa alrededor del 75% del total brasileño- logró un récord histórico, beneficiada por lluvias oportunas durante etapas críticas de floración y llenado de grano, así como por una siembra anticipada que permitió a los cultivos desarrollarse en condiciones favorables.
Este resultado no solo sostiene la estabilidad del mercado interno brasileño, sino que también influye en las cotizaciones internacionales, ya que se prevé un aumento del volumen exportable que podría generar presión bajista sobre los precios en un contexto de restricciones de oferta en otros países afectados por fenómenos climáticos adversos.
El avance de la segunda cosecha también tensiona la infraestructura logística, dado que se concentra en regiones donde la capacidad de transporte y almacenaje aún enfrenta desafíos. Mato Grosso, mayor polo productivo del país, reporta complicaciones por rutas saturadas y esperas en terminales portuarias, aunque las inversiones recientes en ferrocarriles y rutas fluviales ayudan a aliviar estos cuellos de botella.
En el plano internacional, el volumen brasileño proyectado refuerza su peso como proveedor confiable para destinos estratégicos como China, países del sudeste asiático y mercados africanos, que buscan diversificar orígenes de abastecimiento frente a la volatilidad de otras plazas exportadoras.
A pesar de un escenario de precios internacionales más débiles, los márgenes de los agricultores se han sostenido gracias a costos de producción más estables y acuerdos anticipados de venta, que garantizan rentabilidad incluso ante ajustes del mercado global. Esto impulsó la confianza de los productores para expandir la superficie sembrada, uno de los motores del crecimiento proyectado para esta campaña.
Además, el avance de la tecnología agrícola en Brasil, con variedades adaptadas a la safrinha y un mejor manejo de fertilizantes y fitosanitarios, permitió optimizar recursos y mejorar la eficiencia productiva, reduciendo la huella ambiental de la actividad. Estas innovaciones refuerzan el compromiso de la cadena agroindustrial brasileña con una agricultura sostenible y competitiva.
Brasil consolida su liderazgo en el mercado internacional del maíz, con un potencial de exportación que sigue creciendo y que podría verse fortalecido aún más si las condiciones climáticas continúan acompañando en el tramo final de la cosecha. La mirada de los analistas ya está puesta en los movimientos logísticos y en la estrategia de comercialización para garantizar que este volumen récord fluya hacia los mercados globales sin contratiempos.