Carne sin retenciones hasta el 31 de octubre: alivio parcial y quejas por trabas en la liquidación
El Gobierno prorrogó el esquema de retenciones cero para carnes bovinas y aviares, pero la industria exportadora advierte que la exigencia de liquidar divisas en tres días lo hace casi inaplicable.
El vocero presidencial Manuel Adorni confirmó que el esquema de retenciones cero para la exportación de carne bovina y aviar seguirá vigente hasta el 31 de octubre, sin cupo. El anuncio se produjo tras la finalización del beneficio para granos, que alcanzó el objetivo de u$s7.000 millones en apenas tres días, provocando el regreso de los Derechos de Exportación (DEX) a sus niveles habituales: 26% para la soja y 9,5% para el maíz, entre otros cultivos.
La medida, que elimina el 5% que todavía tributaban categorías como novillo y vaquillona, fue recibida con entusiasmo inicial por los frigoríficos, aunque rápidamente se transformó en un problema operativo. El Decreto 685/2025 obliga a los exportadores a liquidar el 90% de las divisas en un plazo máximo de tres días hábiles tras el registro del permiso de embarque. Según fuentes del sector, este requisito "es imposible de cumplir" debido a la naturaleza del negocio cárnico, muy distinta a la de los granos.
En el caso de China, principal destino de la carne argentina, los contratos suelen pagarse con un anticipo del 30% y el resto al arribo de la mercadería, lo que puede demorar unos 60 días. "Con un transit time de 60 días, no se llega en 40 días que dura la medida del Gobierno, de ninguna manera", remarcaron desde la industria. El plazo de tres días para liquidar divisas deja fuera a la mayoría de las operaciones, ya que las transacciones de contado son excepcionales.
El problema se agrava porque el esquema tiene una vigencia limitada de apenas 40 días, lo que genera incertidumbre en un mercado que demanda previsibilidad. "Si el plazo fuese de 90 días, el beneficio sería real. Con tres días es inaplicable", insistieron los frigoríficos, que analizan gestiones para solicitar un cambio normativo.
Según estimaciones privadas, el costo fiscal de esta exención es bajo: unos u$s110 millones al año, prácticamente insignificante para el Estado. En agosto, las exportaciones de carne bovina superaron los u$s400 millones y, de mantenerse el ritmo, podrían alcanzar u$s500 millones en los próximos 40 días. Descontando la vaca destinada a China -que ya estaba libre de retenciones-, quedarían u$s350 millones bajo el beneficio. Ese 5% equivale a u$s17,5 millones de ahorro para la cadena cárnica, monto relevante para el sector aunque marginal en términos fiscales.
Los frigoríficos reclaman que el Gobierno tenga en cuenta dos ejes: el bajo costo fiscal de la medida y la necesidad de eliminar tanto la temporalidad como la exigencia de liquidar divisas en tres días. "Tenemos una demanda internacional firme y un faltante de novillo en el mercado local. Si eliminamos estas trabas, ganaríamos competitividad y el beneficio también llegaría a los productores", advirtieron