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Tierra y Arraigo Rural: ¿Puede El Campo Detener la Huida de Jóvenes en Centroamérica?

En plena crisis generacional, el agro centroamericano enfrenta una pérdida alarmante de jóvenes por falta de tierra, ingresos dignos y apoyo estatal. ¿Cómo revertir el éxodo rural y preservar la sostenibilidad alimentaria de la región?

Ana Sofía Pineda
Redactora Agrolatam.com

La fuga de jóvenes del campo centroamericano no es solo una crisis demográfica: es una alerta roja para las cadenas de valor agroalimentarias, la seguridad alimentaria regional y la resiliencia rural. En un escenario donde la variabilidad climática, el déficit en infraestructura rural y la debilidad en políticas públicas presionan a los agricultores menores de 35 años, urge repensar cómo convertir la vida rural en una opción atractiva y sostenible.

El éxodo juvenil del agro se debe a una suma de factores: falta de ingresos estables, inseguridad en la tenencia de la tierra y ausencia de infraestructura básica y servicios, agravadas por el cambio climático y la escasa presencia estatal. Adalberto Blanco, técnico de Fecoracen (El Salvador), sostiene que no se trata solo de relevo sino de una integración generacional, donde el campo se torne "una elección de vida, no un sacrificio".

Un estudio en Colombia sobre sucesión en caficultura identifica los motores para retener a las nuevas generaciones:

Ingresos estables y mecanismos de financiamiento agrícola.

Tenencia legal segura, con acceso a títulos y regularización.

Pertenencia a asociaciones agrícolas y cooperativas.

Mano de obra disponible y motivación familiar para continuar la actividad.

Estas condiciones reflejan los pilares de políticas públicas necesarias para incentivar el arraigo rural: promoción del financiamiento con garantías, fortalecimiento de la cooperación asociativa, y marco normativo que asegure la tierra.

Para retener a la juventud, el agro debe transformarse en un espacio de oportunidades. La tecnificación, el uso de biotecnología, las prácticas de agricultura regenerativa, y el acceso a agricultura digital no solo mejoran la productividad, sino que atraen a jóvenes con nuevas habilidades y visión empresarial.

El acceso a conectividad, la creación de escuelas rurales técnicas, y la vinculación con programas de valor agregado y trazabilidad también pueden ser determinantes para revertir el abandono.

La juventud es clave para la sustentabilidad agroalimentaria de Centroamérica. Sin políticas activas que fomenten el arraigo rural, la región corre el riesgo de perder su capital humano más valioso. Retener a los jóvenes en el campo requiere tierra, tecnología, ingresos, participación y una nueva narrativa que muestre al agro como un futuro posible, digno y próspero. 

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