El kiwi chileno gana espacio en India, Brasil y Estados Unidos con consumo en alza
En medio de una oferta mundial más limitada por problemas sanitarios, Chile apunta a exportar 140.000 toneladas en 2025 y refuerza su presencia en mercados emergentes con campañas de promoción.
El consumo global de kiwi ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos cinco años, impulsado por cambios en los hábitos alimenticios, especialmente entre los consumidores más jóvenes. Con mayor conciencia sobre la salud y el valor nutricional de los alimentos, esta fruta rica en vitamina C y con beneficios digestivos se consolidó como un alimento funcional altamente valorado, tendencia que se acentuó después de la pandemia.
Chile, uno de los principales exportadores del hemisferio sur, proyecta embarcar alrededor de 140.000 toneladas en 2025. Si bien la cifra está por debajo de las 230.000 toneladas exportadas hace una década, la reducción responde en gran parte a la disminución del área cultivada, afectada por enfermedades como PES y Moria, que golpearon la productividad de las plantaciones.
Paradójicamente, esta caída de la superficie productiva se da en un contexto de oferta mundial ajustada. En Europa, uno de los principales mercados consumidores, la producción también se redujo por problemas sanitarios, lo que abrió oportunidades para la fruta chilena en el escenario internacional.
En respuesta, los exportadores chilenos han intensificado sus estrategias de posicionamiento en India, Brasil, México y Estados Unidos, países donde el consumo per cápita todavía es bajo, inferior a 0,5 kilos por persona al año, frente a los 2 a 2,5 kilos registrados en Europa. Las acciones de promoción se enfocan en contenidos digitales, colaboraciones gastronómicas y campañas dirigidas a consumidores que aún no han incorporado el kiwi en su dieta habitual.
Los resultados ya son visibles. En Brasil, los envíos de kiwi chileno pasaron de 6.000 a 18.000 toneladas en los últimos años. En India, el salto fue aún mayor: de apenas 800 toneladas hace una década a 15.000 toneladas en la actualidad. En el caso de Estados Unidos, el valor de las importaciones prácticamente se duplicó en cinco años, pasando de 200 a 400 millones de dólares anuales.
El desafío para la industria no se limita a expandir mercados. Uno de los principales retos es asegurar que la fruta se mantenga en óptimas condiciones durante seis a siete meses, garantizando un suministro estable desde el hemisferio sur hasta que comienza la producción en el hemisferio norte. Esto implica avanzar en la producción de kiwis más resilientes y saludables, así como mejorar la logística para evitar quiebres de stock que afecten el abastecimiento internacional.
Más allá de estos destinos, el sudeste asiático también aparece en el radar de expansión. Si bien actualmente gran parte de la oferta en esa región proviene de Nueva Zelanda y en volúmenes relativamente bajos, Chile busca consolidar su presencia en estos mercados, que representan un potencial de crecimiento considerable en el mediano plazo.
La combinación de un consumo global en aumento, una oferta internacional más limitada y la capacidad chilena de sostener campañas de promoción internacional consolida al kiwi del país como uno de los productos con mayor proyección en la fruticultura de exportación.