Cerezas chilenas buscan alivio logístico: esperan caída de fletes en la temporada 2025-2026
La industria frutícola confía en acuerdos anticipados con navieras y en un aumento de capacidad de transporte que permita mejorar los márgenes de la cereza, principal fruta de exportación de Chile.
La cereza chilena, joya de la fruticultura nacional y principal fruta de exportación, enfrenta una presión persistente: los altos costos logísticos para moverla desde los campos hasta los mercados internacionales. Para la temporada 2025-2026, los productores y exportadores confían en que la reducción de tarifas de flete marítimo y la anticipación en acuerdos con navieras permitan recuperar competitividad y asegurar mejores retornos.
En los últimos años, la logística se transformó en el factor más crítico de la ecuación exportadora. "Durante los últimos años hemos enfrentado un constante aumento de desafíos logísticos de diversa naturaleza. El valor de la cadena logística en su conjunto se ha incrementado de manera significativa, lo que constituye un desafío mayor", señaló Iván Marambio, presidente de Frutas de Chile.
El peso del flete sobre los márgenes del productor da cuenta de la magnitud del problema. Según datos de Utilitas, en la temporada 2017-2018, el costo de llevar un kilo de cerezas a Hong Kong representaba el 48,6% del retorno neto al productor. Para la campaña 2024-2025, ese mismo envío llegó a absorber un 102,3%, es decir, las navieras capturaban más ingresos que los agricultores.
Aunque los precios de los fletes comenzaron a moderarse después del Covid-19, la elevada demanda de contenedores refrigerados durante la campaña de cerezas mantiene una presión constante sobre los valores y la disponibilidad. Por ello, el sector apuesta a negociaciones de largo plazo con tarifas más competitivas. "Un diferencial de mil dólares en el flete de un contenedor hoy puede definir la rentabilidad de un embarque. Antes no era así", advirtió Juan Carlos Valenzuela, director de Producción de Dole Chile.
La dependencia chilena de este tipo de equipos es tal que incluso repercute en otros países de la región. La última temporada, la uva peruana sufrió retrasos en sus envíos por la falta de contenedores, muchos de los cuales estaban absorbidos por la demanda de cerezas chilenas.
Para enfrentar esta realidad, la industria apuesta a la planificación y coordinación como factores determinantes. Servicios especializados como los Cherry Express se consideran esenciales para garantizar que la fruta llegue a China, principal destino, con la calidad y frescura que exige ese mercado.
El escenario internacional, por ahora, parece ofrecer un respiro. "El mercado internacional de fletes ha venido a la baja este año, lo que podría traducirse en menores costos para la fruta chilena, especialmente considerando que se espera mayor oferta de servicios", proyectó Marambio.
En la misma línea, Raimundo Costa, gerente general de Greenvic, estimó que, de concretarse el aumento de capacidad naviera anunciado, los precios podrían retroceder entre 20% y 25%. "El espacio adicional en los buques podría marcar la diferencia, siempre que se materialicen los servicios anunciados", apuntó.
La temporada 2025-2026 será un examen crucial para la cadena exportadora chilena, desde productores hasta navieras. El éxito de esta articulación determinará si la cereza chilena mantiene su atractivo en los mercados internacionales con precios que compensen los esfuerzos productivos y logísticos de la industria.