Chile consolida su liderazgo en el mercado chino de nectarines y duraznos
Con más del 90% de las importaciones chinas provenientes de Chile, el país proyecta aumentar su producción y exportaciones en la temporada 2025/26.
El comercio internacional de frutas de carozo vuelve a confirmar la importancia de Chile como proveedor estratégico de nectarines y duraznos. Durante la campaña 2024/25, China importó unas 62.000 toneladas de estas frutas, lo que representa más de seis veces el volumen registrado hace ocho años. De esa cifra, más del 90% provino de huertos chilenos, consolidando al país sudamericano como líder absoluto frente a competidores como Australia, cuya participación cayó a menos del 10%.
La solidez de esta relación comercial se refleja en la expansión continua de los huertos de nectarines en Chile, que pasaron de poco más de 5.000 hectáreas en 2017/18 a casi 7.600 hectáreas en 2024/25. La mayor concentración se encuentra en la región de O'Higgins, que representa tres cuartas partes de las plantaciones y ha ampliado su superficie un 16% en apenas tres años. A diferencia del auge del nectarine, la superficie de duraznos se redujo de forma sostenida, hasta llegar a menos de 1.600 hectáreas en 2024/25, reflejando un cambio estructural en la orientación de los productores hacia el cultivo más rentable.
De cara a la temporada 2025/26, las proyecciones oficiales apuntan a una producción total de 205.000 toneladas, lo que significaría un crecimiento del 3,4% respecto a las 198.180 toneladas del ciclo anterior. Este incremento dependerá, como siempre, de que se mantengan condiciones climáticas favorables y rendimientos normales, sin imprevistos que afecten la cosecha.
La demanda externa es el principal motor detrás de esta expansión. Las exportaciones chilenas de duraznos y nectarines alcanzaron 141.180 toneladas entre noviembre de 2024 y mayo de 2025, un 22,7% más que en el mismo período de la campaña anterior. En valor, los envíos sumaron 198,2 millones de dólares, con un alza del 13,2%. China fue el gran destino, con casi 57.000 toneladas compradas, lo que significó un aumento interanual del 23,3% en volumen y del 7,7% en valor, hasta llegar a 74,4 millones de dólares.
Proceso de selección y empaque
Las proyecciones para el ciclo 2025/26 son aún más optimistas: se esperan 146.000 toneladas exportadas, un 3,4% por encima del registro previo. La cifra confirma el lugar central de Chile en el abastecimiento de frutas de carozo para el gigante asiático, en un mercado que se ha vuelto altamente competitivo y que exige fruta de calidad uniforme, buena poscosecha y logística eficiente.
En el frente doméstico, se prevé que el consumo interno alcance 60.050 toneladas, también con un incremento del 3,4% frente al año anterior. Buena parte de esa fruta corresponde a productos que no cumplen con los estándares exigidos para la exportación, pero que mantienen un mercado activo en plazas locales.
La expansión del nectarine en Chile refleja una estrategia clara: aprovechar la ventana de contraestación en el hemisferio norte, especialmente en China, que se ha convertido en el comprador indiscutido de la oferta chilena. Los envíos se concentran en los meses de noviembre a marzo, coincidiendo con el verano austral y con una logística que ya cuenta con servicios navieros rápidos y programas comerciales consolidados.
Así, Chile no solo asegura un papel dominante en el comercio de nectarines y duraznos hacia Asia, sino que también refuerza su reputación como potencia exportadora de frutas frescas. Las cifras de crecimiento muestran que, pese a la reducción en la superficie de duraznos, la apuesta por el nectarine está dando resultados sostenibles, tanto en volúmenes como en valor económico. En un escenario de mercados cada vez más exigentes, la capacidad de adaptación y reconversión de los productores chilenos aparece como el factor decisivo que mantiene a la industria en expansión.