Chile

Chile acelera la transición hacia una papa más sostenible con bioplaguicidas

Productores chilenos apuestan por biopesticidas para reducir residuos químicos y proteger la calidad de sus cosechas, avanzando hacia un modelo agrícola más sostenible y competitivo.

Chile da un paso firme hacia la sostenibilidad agrícola con la implementación progresiva de biopesticidas en el cultivo de papa. Esta estrategia responde a la creciente presión de los consumidores y de los mercados internacionales por productos más limpios y amigables con el medio ambiente, además de alinear la producción con los estándares de inocuidad y trazabilidad que exigen los países importadores.

El sector papero chileno, que representa un componente clave de la agricultura local, se encuentra en plena transición para reducir la dependencia de agroquímicos sintéticos, históricamente asociados a problemas de residuos en el producto final y al deterioro de los ecosistemas. En su lugar, se están promoviendo biopesticidas basados en microorganismos, extractos vegetales y otras soluciones naturales que ofrecen control eficaz de plagas sin comprometer la salud del suelo ni la biodiversidad.

Investigadores y empresas tecnológicas colaboran activamente para desarrollar productos bioseguros y adaptados a las particularidades del cultivo de papa chileno, marcado por desafíos sanitarios como hongos, insectos y bacterias que afectan el rendimiento y la calidad de los tubérculos. La adopción de estas herramientas forma parte de un cambio cultural en el manejo agronómico, donde la prevención y el monitoreo sustituyen progresivamente a los tratamientos correctivos intensivos.

Productores entrevistados destacan el potencial de estas innovaciones para mantener la productividad, mejorar la rentabilidad y abrir oportunidades en mercados premium, donde el atributo "residuo cero" se valora cada vez más. Asimismo, la disminución del impacto ambiental refuerza la licencia social para producir y responde a un consumidor global cada vez más exigente con la responsabilidad ambiental.

Los biopesticidas, además de contribuir a un manejo fitosanitario más sostenible, permiten optimizar los costos de producción a mediano plazo, ya que reducen la dependencia de insumos importados y fortalecen la resiliencia del sistema productivo ante el cambio climático y la variabilidad de precios internacionales.

Autoridades agrícolas chilenas resaltaron que el desarrollo y registro de nuevos biopesticidas contará con un marco regulatorio ágil y riguroso, para garantizar la seguridad del consumidor y la eficacia de las formulaciones. En paralelo, se impulsarán capacitaciones para productores, técnicos y asesores, de modo que el conocimiento de estas tecnologías se masifique y no quede limitado a grandes empresas o explotaciones de alta escala.

Los especialistas consideran que Chile tiene condiciones excepcionales para posicionarse como un referente en producción de papa sostenible, gracias a sus capacidades científicas, la cultura exportadora y la apertura a la innovación tecnológica. Sin embargo, advierten que el éxito dependerá de generar alianzas sólidas entre el sector público, la academia y los productores, para sortear barreras de costos iniciales, resistencia al cambio y escalabilidad de las soluciones biológicas.

El avance hacia biopesticidas en el cultivo de papa marca un hito en la reconversión agroecológica de Chile, reforzando su imagen internacional como proveedor de alimentos seguros y sostenibles, y sentando las bases para una agricultura más resiliente y competitiva de cara a los desafíos globales.

Agrolatam.com
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