Chile

Chile enfrenta temporada con récord en precios del kiwi y presión por innovar en variedades de uva

Mientras los kiwis alcanzan precios históricos en los mercados internacionales, la industria chilena de la uva de mesa busca acelerar el desarrollo y adopción de nuevas variedades que respondan a las exigencias de consumidores y cadenas de distribución globales.

La fruticultura chilena atraviesa una temporada marcada por contrastes. De un lado, los kiwis chilenos se posicionan en el mercado internacional con precios nunca antes registrados, impulsados por la alta demanda global y su reconocimiento como fruta rica en vitamina C. Del otro, la industria de la uva de mesa enfrenta la necesidad urgente de renovar sus variedades para responder a los cambios en las preferencias de los consumidores y los desafíos de los tiempos de tránsito hacia los mercados de destino.

Según explicó Alejandro Riquelme, representante de Bycifrut, el escenario obliga a diversificar riesgos y fortalecer la presencia en distintas regiones. "Es crucial mantenerse activo en Europa, Asia, Estados Unidos, Latinoamérica y Medio Oriente. Con tantas variables en juego, como la producción en otros países, costos de transporte, aranceles y normas cuarentenarias, depender de un solo mercado es insostenible", señaló.

La compañía, que espera exportar alrededor de 750.000 cajas de uvas y kiwis esta temporada, basa su estrategia en priorizar la reputación del productor y la calidad del producto sobre el volumen. El objetivo es consolidar relaciones comerciales estables con clientes estratégicos, que actúen como socios de largo plazo en toda la cadena de suministro.

En el caso de la uva, Bycifrut trabaja con variedades tradicionales como Crimson, Red Globe, Black Seedless y Thompson, pero está evaluando nuevas licencias que permitan acceder a material genético más competitivo. Entre las opciones se encuentran los programas de mejoramiento Bloomfresh, Sun World y Arra, reconocidos a nivel internacional por ofrecer variedades con mejor sabor, firmeza y resistencia en el transporte de larga distancia. "Cada variedad tiene su propio mercado y debemos adaptarnos a esa realidad", puntualizó Riquelme.

El panorama del kiwi es distinto. Durante la pandemia, el consumo mundial creció de manera exponencial, lo que disparó los precios a niveles históricos. Sin embargo, el aumento en el valor también provocó una mayor competencia interna entre productores chilenos. Riquelme advirtió que la presión por aprovechar la coyuntura ha llevado a algunos exportadores a enviar fruta que no cumple con los estándares de calidad requeridos, lo que podría afectar la reputación del origen chileno. "Exportar fruta que no cumple estándares nos perjudica a todos. Necesitamos mantener la calidad para sostener los precios y competir con jugadores como Zespri", remarcó, en alusión al gigante neozelandés que domina el mercado global de kiwi.

El desafío de la industria chilena es doble: elegir las variedades adecuadas para cada mercado y establecer un estándar de calidad uniforme que refuerce la posición del país frente a otros orígenes competidores. Factores como la logística marítima, los tiempos de tránsito y la adaptación a las demandas de supermercados y consumidores se vuelven determinantes para asegurar la sostenibilidad del negocio.

Mirando hacia adelante, el sector frutícola chileno debe equilibrar el aprovechamiento de coyunturas favorables, como el auge del kiwi, con decisiones estratégicas de largo plazo en la uva de mesa. La sostenibilidad, coinciden los productores, depende más de la consistencia en calidad y cumplimiento que del volumen exportado.

Agrolatam.com
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