China refuerza su dominio en la carne bovina brasileña
El país asiático aumentó un 41 % sus compras entre enero y agosto, mientras que Estados Unidos recortó un 46 % sus importaciones tras el alza arancelaria de Trump.
Brasil cerró los primeros ocho meses de 2025 con un resultado contundente en sus exportaciones de carne bovina, en medio de un escenario de contrastes. Por un lado, China consolidó su papel como principal comprador, con adquisiciones por 4.970 millones de dólares, lo que representa un incremento interanual del 41 %, según informó la Asociación Brasileña de Frigoríficos (Abrafrigo).
Por el otro, Estados Unidos recortó de forma drástica sus importaciones. Solo en agosto, las compras cayeron un 46 %, tras el inicio -el 6 de agosto- del aumento arancelario del 50 % decretado por la administración de Donald Trump sobre varios productos brasileños, incluidas las carnes.
En el acumulado de enero a agosto, el valor total de las exportaciones de carne bovina brasileña, tanto in natura como industrializada, alcanzó los 10.840 millones de dólares, un alza del 34 % respecto al mismo período de 2024. En términos de volumen, los embarques sumaron 2,41 millones de toneladas, con un crecimiento interanual del 19 %.
Nuevos mercados fortalecen el mapa exportador
Además de China y Estados Unidos, los principales destinos de la carne bovina de Brasil fueron Chile, con compras por 440,3 millones de dólares; México, con 439,8 millones; y Rusia, con 317,5 millones.
Abrafrigo subrayó que, pese a la tensión con el mercado estadounidense, 132 países incrementaron sus importaciones de carne brasileña en lo que va del año, mientras que solo 42 redujeron su demanda. Este fenómeno evidencia el dinamismo de la proteína brasileña, que continúa expandiendo su presencia en América Latina y en mercados emergentes de Asia y Medio Oriente.
Para los frigoríficos, el desafío inmediato será mitigar el impacto del nuevo escenario arancelario en Estados Unidos, mientras consolidan la diversificación de destinos. La fortaleza del mercado chino y el repunte de la demanda en países latinoamericanos aparecen como válvulas de escape frente a un contexto internacional de mayor proteccionismo.
En paralelo, analistas del sector destacan que la competitividad de la carne brasileña se apoya en su escala productiva y costos relativamente bajos, factores que permiten sostener volúmenes crecientes incluso ante escenarios adversos. Sin embargo, los especialistas advierten que la dependencia de China como comprador central plantea riesgos estratégicos en el mediano plazo.