Panamá

Disputa entre China y EEUU por el Canal de Panamá escala en la ONU y reconfigura el comercio marítimo

China y Estados Unidos cruzaron acusaciones en el Consejo de Seguridad de la ONU por la influencia en el Canal de Panamá, mientras las rutas marítimas globales se reordenan en plena guerra comercial.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, presidido de forma rotativa por el presidente panameño José Raúl Mulino, se convirtió en escenario de un nuevo choque entre China y Estados Unidos por la influencia en el Canal de Panamá, una de las vías estratégicas más importantes del comercio mundial.

El embajador chino ante la ONU, Fu Cong, sostuvo que su país "siempre ha respetado la neutralidad permanente del canal" y reiteró el respaldo de Pekín a la soberanía panameña. En contrapartida, la embajadora interina de Estados Unidos, Dorothy Shea, advirtió sobre la "influencia desproporcionada" de China en la infraestructura portuaria, calificándola como un riesgo para la seguridad global.

Washington busca limitar la presencia de CK Hutchison Holdings, operador con sede en Hong Kong que controla las terminales de Cristóbal y Balboa, promoviendo que sus activos sean adquiridos por un consorcio liderado por BlackRock y TiL, el brazo portuario de MSC. Desde Pekín, Fu respondió que "las acusaciones contra China son un pretexto para buscar el control del canal" y acusó a Estados Unidos de ser "el mayor perturbador de la paz y la estabilidad".

Mulino, por su parte, recordó que la soberanía panameña sobre el canal está garantizada por un tratado multilateral de neutralidad, lo que obliga a todos los países a respetar su carácter abierto y seguro para la navegación.

Tensiones geopolíticas y reconfiguración de rutas

La disputa en la ONU se da en paralelo a una guerra comercial que continúa alterando las cadenas logísticas globales. Aunque Washington y Pekín extendieron por 90 días la suspensión parcial de aranceles, analistas prevén que China seguirá diversificando mercados para reducir su dependencia de Estados Unidos.

El Índice de Carga Contenerizada de Shanghái acumula nueve semanas consecutivas de caídas en las tarifas hacia la costa estadounidense, con descensos superiores al 50% desde junio, cuando exportadores chinos adelantaron embarques para aprovechar la tregua arancelaria.

La naviera Maersk reportó una caída del 35% interanual en sus volúmenes entre China y EEUU en el segundo trimestre, compensada por un incremento del comercio hacia Europa, América Latina, África, Asia Occidental y Asia Central. Su CEO, Vincent Clerc, sostuvo que "China está ganando participación en el comercio mundial, desplazando a competidores de otras regiones".

Las compañías marítimas aceleran también su estrategia de expansión logística. En julio, Maersk inauguró en Panamá un centro logístico de 20.000 m², concebido como puerta de entrada a América Latina. Por su parte, MSC lanzará en septiembre un nuevo servicio semanal que conectará puertos en China y Corea del Sur con Perú, fortaleciendo el eje transpacífico.

Los datos de aduanas chinas confirman esta tendencia: entre enero y julio, las exportaciones hacia la ASEAN crecieron 14,8%, a la Unión Europea 8,2% y hacia África 25,9% interanual, evidenciando el avance del gigante asiático en su estrategia de diversificación.

En este escenario, el Canal de Panamá emerge nuevamente como punto neurálgico de la competencia geopolítica y económica entre las dos principales potencias del planeta. Mientras Estados Unidos busca limitar la presencia china en puertos estratégicos, Pekín se posiciona con nuevas rutas e inversiones para sostener su creciente protagonismo en el comercio mundial.

Agrolatam.com
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