Chile

Ciruelos en invierno bajo lupa: estrategias clave para enfrentar un año incierto

Los huertos de ciruelos inician la temporada invernal con foco en la monitorización del frío y renovación de mano de obra, mientras los productores enfrentan desafíos de clima, insumos y personal. Una revisión estratégica para asegurar la calidad de la próxima cosecha.

Con la llegada del invierno y la poda en pleno desarrollo, los huertos de ciruelo en Chile entran en una etapa crítica, marcada por la búsqueda de uniformidad en la floración y un ajuste en la disponibilidad de mano de obra. El año 2025-2026 se define desde ahora, con prácticas que podrían determinar el éxito de la próxima cosecha.

La baja acumulación de "horas frío" -períodos con temperaturas por debajo de 7 °C- preocupa a los productores, quienes temen una brotación y floración despareja, con impacto directo en la calidad del fruto y la productividad. Técnicos como Óscar Astorga, administrador de Superfruit y miembro del comité Chileprunes, alertan que las temperaturas invernales están por debajo de los promedios de la temporada anterior, lo que exige una vigilancia constante.

En este contexto, la cianamida hidrogenada emerge como herramienta fundamental. Tras dos campañas con irregularidad en la brotación, los fruticultores están evaluando su uso para romper la dormancia y lograr una floración homogénea. Astorga destaca que un insumo que pasó desapercibido hace semanas hoy es ampliamente consultado por agricultores. Su aplicación, cuidadosamente dosificada y en un momento preciso, podría ser la diferencia entre una floración pareja y problemas de calidad en el fruto.

La mano de obra también es un factor crítico este invierno. Con el declive en rentabilidad del sector cerecero, cuadrillas avanzadas de podadores migran hacia los ciruelos. Provenientes de zonas como Santa Cruz y Chimbarongo, estos contratistas aportan experiencia, lo que representa una ventaja para las labores invernales. Sin embargo, la disponibilidad sigue ajustada, lo que exige mejores condiciones laborales y logística en el campo.

La poda, esencial para la renovación vegetativa, avanza en un ciclo vital: se corta antes de la brotación para preparar el árbol para el próximo periodo productivo. La elección de variedades también juega un rol estratégico: las ciruelas europeas requieren entre 500 y 600 horas de frío cada invierno, por lo que este año la selección varietal y la respuesta al clima serán decisivas.

Los técnicos resaltan que este invierno pone a prueba la planificación integral: manejo del clima, diseño varietal, selección de plantaciones, insumos y gestión laboral. Aplicaciones preventivas -como herbicidas de suelo activo y tratamientos contra enfermedades de la madera- también forman parte de la rutina invernal, buscando proteger árboles y estructuras productivas.

Este enfoque técnico contrasta con la tradición, y Chile avanza hacia modelos más eficientes y modernos. Desde la mesa técnica de fruticultores se reconoce que el invierno no es una pausa, sino una antesala de la temporada, donde cada decisión impacta en la cosecha y en la exportación.

Por otro lado, se observa un cambio en el modo de producción. Algunas firmas líderes están apostando por sistemas intensivos de alta densidad, como los huertos en seto, que prometen mayor eficiencia en el uso del suelo, mejor calidad de fruto y cosechas mecanizadas. Aunque requieren inversión inicial, muestran potencial para resolver problemas laborales y lograr uniformidad productiva.

En paralelo, la industria deshidratada, que acapara cerca del 75% de la ciruela chilena, sigue demandando fruta de calidad constante. Esto impulsa una coordinación entre centros de packing y viveros para asegurar que la fruta cumpla con los estándares de color, firmeza y grados Brix.

Los desafíos del invierno arrastran también oportunidades. Si se logran brotaciones sincronizadas y se aprovecha la mano de obra calificada, la próxima campaña podría superar expectativas en rendimiento y calidad. El uso estratégico de cianamida y renovados protocolos laborales podrían marcar la diferencia.

Los ciruelos de Chile encaran un invierno decisivo, en el que el conocimiento técnico, la gestión del clima y la adecuación social pueden consolidar o frenar el avance del sector. El reloj ya marca el inicio de la floración, y en el agro cuentan tanto las horas de frío como la mirada de precisión.

Agrolatam.com
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