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La Niña llegó a la Argentina: se esperan lluvias irregulares y calor extremo en gran parte del país

La NOAA confirmó la presencia de La Niña, fenómeno que podría traer déficit de lluvias en el Litoral y precipitaciones abundantes en el NOA, junto a un verano más caluroso de lo habitual.

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) confirmó esta semana que La Niña está oficialmente presente. El organismo detectó un enfriamiento persistente en las aguas del Pacífico Ecuatorial, en la zona conocida como Niño 3.4, lo que cumple los criterios técnicos para declarar el fenómeno.

La Niña es la fase fría del evento ENSO, y se caracteriza por alterar los patrones de lluvias y temperaturas en buena parte del planeta. En Sudamérica, suele provocar sequías en algunas regiones y exceso de lluvias en otras.

"No todos los eventos de La Niña son iguales, pero la señal ya encendió las alertas en el agro", explican desde el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

El impacto dependerá de la región. Según el pronóstico climático trimestral del SMN, para octubre, noviembre y diciembre se prevén precipitaciones inferiores a lo normal en:

Misiones, Corrientes, Entre Ríos y el este de Chaco y Formosa,

norte y centro-este de Santa Fe,

y el noroeste de la Patagonia.

En contraste, el noroeste argentino (NOA) podría tener lluvias más frecuentes y abundantes, un patrón típico durante los episodios de La Niña.

Las provincias del centro del país, como Córdoba, San Luis, Buenos Aires y La Pampa, presentarían lluvias dentro de los valores normales, aunque con marcada variabilidad entre semanas.

Además de alterar las lluvias, La Niña también influye en las temperaturas.

El SMN prevé un verano más cálido que el promedio en Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y San Luis, mientras que el NOA se mantendría dentro de la media histórica.

Estas condiciones podrían incrementar el estrés térmico sobre los cultivos de verano, especialmente la soja y el maíz, en un momento clave para el desarrollo vegetativo.

Aunque el fenómeno no afectará la campaña de trigo que finaliza en noviembre -que podría incluso marcar un récord de rendimiento-, sí preocupa lo que pueda ocurrir con la soja.

La combinación de menos lluvias y altas temperaturas en verano podría complicar la siembra y el crecimiento del cultivo en la franja central y el Litoral.

"El riesgo no es inmediato, pero si las precipitaciones no se normalizan entre diciembre y enero, la campaña gruesa podría sufrir pérdidas", advierten especialistas del INTA.

Este viernes 17 de octubre, el norte argentino se encuentra bajo alerta naranja por tormentas fuertes, con lluvias de hasta 150 mm, granizo y ráfagas intensas.

También se registran chaparrones aislados en Córdoba, el norte bonaerense y el Litoral, con acumulados de entre 10 y 40 mm.

Durante el fin de semana del Día de la Madre, se espera un descenso de temperatura y mejoras temporarias en la región central, mientras que el norte seguirá con lluvias intermitentes hasta el domingo 19.
La próxima semana volverían las condiciones cálidas y las lluvias intermitentes hacia mediados de semana.

La llegada de La Niña abre un escenario de contrastes marcados entre regiones y obliga al sector agropecuario a ajustar estrategias de manejo y planificación.
La clave estará en monitorear los pronósticos regionales y optimizar la gestión del agua, un recurso que volverá a ser protagonista de la campaña 2025/26.

Agrolatam.com
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